Tel Aviv veta la entrada de doce alcaldes españoles
Israel no permitirá la entrada en los territorios ocupados de diez alcaldes españoles invitados por Bassam Chakaa, primera autoridad municipal de la localidad palestina de Nablus, según informó ayer la agencia Efe desde Jerusalén, citando fuentes oficiales.Las invitaciones para visitar los territorios ocupados por Israel fueron transmitidas por la Oficina de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) a los alcaldes de Zaragoza, Valencia, Málaga, Granada, Santander, Córdoba, Burgos, León, Sevilla y Palma de Mallorca.
El embajador israelí ante la Conferencia de Seguridad y Coop...
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Israel no permitirá la entrada en los territorios ocupados de diez alcaldes españoles invitados por Bassam Chakaa, primera autoridad municipal de la localidad palestina de Nablus, según informó ayer la agencia Efe desde Jerusalén, citando fuentes oficiales.Las invitaciones para visitar los territorios ocupados por Israel fueron transmitidas por la Oficina de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) a los alcaldes de Zaragoza, Valencia, Málaga, Granada, Santander, Córdoba, Burgos, León, Sevilla y Palma de Mallorca.
El embajador israelí ante la Conferencia de Seguridad y Cooperación en Europa (CSCE), Samuel Hadas, presionó a los ediles para que renunciasen voluntariamente al viaje, pero su escaso éxito obligó a las autoridades de Jerusalén a prohibirlo, aseguran fuentes palestinas. Por su parte, Hadas reconoce haberse puesto en contacto con los alcaldes, pero desmiente rotundamente haberles presionado.
Fuentes oficiales hebreas consultadas ayer por EL PAIS explicaron la negativa «no como una medida dirigida contra los alcaldes, sino como un intento de evitar que la buena voluntad de los invitados sea utilizada para fines obviamente políticos».
Las mismas fuentes añadieron que el hecho de que los responsables municipales españoles hayan sido invitados a viajar a ciudades como Nazaret, situadas no sólo en los territorios ocupados, sino dentro de las fronteras de Israel, constituía una auténtica «provocación».