Honores militares del IRA en el entierro de Francis Hughes

ENVIADO ESPECIALCon una nueva demostración de fuerza, salvas y parada militar, el Ejército Republicano Irlandés (IRA) provisional enterró ayer en Bellaghy, en el condado de Derry, al huelguista de hambre Francis Hughes. Durante el día tuvieron lugar otros tres funerales en Belfast, donde en la noche anterior un policía murió al ser destrozado el vehículo en que viajaba por una granada anticarro.

Unas 30.000 personas asistieron al funeral de Hughes, muerto el último martes a los veinticinco años de edad, tras 59 días de ayuno. Aunque el número de asistentes no fue tan grande como cua...

ENVIADO ESPECIALCon una nueva demostración de fuerza, salvas y parada militar, el Ejército Republicano Irlandés (IRA) provisional enterró ayer en Bellaghy, en el condado de Derry, al huelguista de hambre Francis Hughes. Durante el día tuvieron lugar otros tres funerales en Belfast, donde en la noche anterior un policía murió al ser destrozado el vehículo en que viajaba por una granada anticarro.

Unas 30.000 personas asistieron al funeral de Hughes, muerto el último martes a los veinticinco años de edad, tras 59 días de ayuno. Aunque el número de asistentes no fue tan grande como cuando el funeral de Bobby Sands, sí resultó sorprendentemente alto. Las fuerzas de seguridad estuvieron masivamente presentes, pero no pudieron evitar que el IRA hiciese las cosas a su manera.

Cuando el coche fúnebre iba a salir de la granja de los Hughes, tras una nube de paraguas, surgieron tres provisionales, enmascarados y vestidos con guerras militares. Al pasar el féretro dispararon tres salvas con sus fusiles y fueron aplaudidos por los asistentes. Posteriormente, los paraguas se los tragaron de nuevo y desaparecieron.

A unos trescientos metros de la casa de los Hughes estuvo a punto de producirse una grave tragedia, al haber, bloqueado la calle la policía, que quería evitar que el cortejo pasara a través de la zona protestante del pequeño pueblo, produciéndose un violento enfrentamiento verbal entre las fuerzas de seguridad y los familiares del fallecido. De no ser por el control de los organizadores -empezaban a lanzarse algunas pedradas-, el incidente podría haber degenerado en algo grave.

Poco antes, en Belfast, el lechero protestante Eric Guine, que murió a consecuencia de las heridas recibidas-durante la noche de la muerte de Bobby Sands, era enterrado junto a su hijo de catorce años, fallecido tres días antes por las mismas causas. También en Belfast, en una atmósfera enrarecida, fue enterrada la joven católica de catorce años Julia Livingiston, cuya muerte parece que fue causada por una bala de plástico.

Emmanuel McLarnon, voluntario del INLA (Ejército Irlandés de Liberación Nacional), fallecido tras un tiroteo con el Ejército, recibió ayer asimismo sepultura, y su organización le rindió honores militares.

Armamento-semipesado

En la noche del jueves, en una calle en el oeste de Belfast, una granada anticarro, RPG-7, de fabricación soviética, destruyó -el techo de un Land Rover de la policía, falleciendo uno de los hombres que se encontraba en su interior, Samuel Vallely, de veintitrés años de edad, casado y con un hijo de seis meses. Esta era la primera vez que un grupo terrorista -aún nadie ha reivindicado el atentado- usaba este tipo de armas en una ciudad norirlandesa.