Sin más demora
El Consejo Superior de Deportes ha remitido al Ministerio de Cultura un documento reservado, como consecuencia del informe definitivo que sobre la auditoría realizada en la Federación Española de Fútbol elevaron los inspectores e interventores que en última instancia intervinieron. De ese documento parece ser que el Ministerio de Cultura podría solicitar la intervención del Ministerio de Hacienda o la de la Fiscalía del Estado.Fuentes solventes opinan que las irregularidades detectadas pueden ser constitutivas de delito. Aunque el CSD se niega a manifestar su opinión, porque entiende que ello ...
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El Consejo Superior de Deportes ha remitido al Ministerio de Cultura un documento reservado, como consecuencia del informe definitivo que sobre la auditoría realizada en la Federación Española de Fútbol elevaron los inspectores e interventores que en última instancia intervinieron. De ese documento parece ser que el Ministerio de Cultura podría solicitar la intervención del Ministerio de Hacienda o la de la Fiscalía del Estado.Fuentes solventes opinan que las irregularidades detectadas pueden ser constitutivas de delito. Aunque el CSD se niega a manifestar su opinión, porque entiende que ello sería prejuzgar el tema; en otros estamentos consultados se estima que se dan en este caso las circunstancias suficientes para estimar que hay indicios de delito.
La Federación nunca ha perdido la serenidad en este tema, porque la persona responsable de las cuestiones económicas es Gregorio Paunero, hombre prestigioso dentro del propio Ministerio de Hacienda. Porta, por otra parte, afirma que nunca ha firmado un talón ni ha manejado directamente los fondos federativos.
Dentro de pocos días, el Ministerio de CuItura tendrá que manifestarse. Entre otras cosas, porque en el Parlamento, el PSOE sigue insistiendo en el tema de las auditorías y en el obstruccionismo llevado a cabo por Floro Noriega, ex secretario general del CSD. Iñigo Cavero ya tiene en su poder toda la documentación necesaria para definirse.
Ya no se puede echar tierra encima. De una vez por todas, hay que saber si efectivamente hay responsabilidades que exigir.