Para los partidos vascos, el atentado es una provocación directa al Ejército

Una unánime reacción de condena y repulsa se produjo ayer al conocerse el atentado contra el teniente coronel Ramón Romeo Rotaeche. Las instituciones y fuerzas políticas vascas coinciden, en calificarlo como una provocación a las Fuerzas Armadas y un intento desestabilizador e involucionista, que poner en peligro la democracia y la convivencia en Euskadi.

Poco antes de iniciarse la sesión de ayer tarde, Juan José Pujana, presidente del Parlamento vasco, «recogiendo el sentir mayoritario de la Cámara», leyó una declaración institucional en la que, tras expresar la pública condena por el ...

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Una unánime reacción de condena y repulsa se produjo ayer al conocerse el atentado contra el teniente coronel Ramón Romeo Rotaeche. Las instituciones y fuerzas políticas vascas coinciden, en calificarlo como una provocación a las Fuerzas Armadas y un intento desestabilizador e involucionista, que poner en peligro la democracia y la convivencia en Euskadi.

Poco antes de iniciarse la sesión de ayer tarde, Juan José Pujana, presidente del Parlamento vasco, «recogiendo el sentir mayoritario de la Cámara», leyó una declaración institucional en la que, tras expresar la pública condena por el atentado, se afirma que éste «supone un claro intento de desestabilizar y provocar la involución política en Euskadi».Se apela en la declaración a la responsabilidad de todos los políticos y del pueblo vasco «para que de una vez por todas rechace inequívocamente esta suerte de atentados y violencia que no hace más que llevarnos al caos, a la desesperación y a la privación de la democracia, conseguida con tanto esfuerzo».

Ya por la mañana, al conocerse la noticia, el presidente del Gobierno vasco, Carlos Garaikoetxea, había afirmado: «Se trata de un brutal atentado, concebido una vez más por los que quieren poner en peligro las libertades y la democracia de nuestro pueblo».

Después de valorar el atentado como una provocación al estamento militar, Garaikoetxea hizo votos por el futuro de Euskadi, «que tiene que lograr la paz y la concordia entre todos sus habitantes para consolidar su autonomía en libertad y en solidaridad con los demás pueblos de España».

Luis María Retolaza, consejero de Interior del Gobierno vasco, que acudió a la clínica de la Virgen Blanca con Marcelino Oreja -quien se negó a hacer declaraciones- para interesarse por el estado del militar herido, había dicho escuetamente a los informadores: «Esta es una gran tragedia y una auténtica provocación».

Por su parte, el PNV afirma, en un breve comunicado, que con este atentado, «sus autores se han quitado definitivamente la máscara que cubría sus verdaderas intenciones: se busca deliberadamente la ruina económica y la involución política, y ante esta situación el pueblo vasco debe abrir sus ojos ante la auténtica faz de estos redentores de pistola y Goma 2 para reaccionar firmemente en un esfuerzo colectivo pira salvar a Euskadi».

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Acaso fue la coalición Euskadiko Ezkerra la que reaccionó de una forma más expresiva al atentado, en un comunicado en el que pregunta a ETA: «¿Queréis provocar al Ejército y justificar los motivos de los golpistas?, ¿creéis que vais a conseguir algo positivo con esa táctica de hostigamientos al Ejército?, ¿queréis verificar la tesis del "autogolpe" y hacer experimentos sobre los límites de esta democracia?, ¿a que precio tendrá que pagar el pueblo tal laboratorio?, ¿queréis que el pueblo vasco pierda las cotas de libertades democráticas y autonómicas ya conquistadas?, ¿qué otra salida política proponéis, distinta al Estatuto de Autonomía, aprobado mayoritariamente en referendum?, ¿Y en nombre de quién?, ¿No pensáis que ha llegado la hora de un alto el fuego y de una salida negociada?».

Coinciden sus valoraciones sobre el atentado contra el teniente coronel Romeo Rotaeche el PC de Euskadi y el secretario general del PSOE vasco, Txiqui Benegas, que califican lo ocurrido como provocación al Ejército. «Atentar contra el Ejército», afirman los comunistas vascos, «es también atentar contra Euskadi, contra el Estatuto y contra la Constitución ». «Este nuevo atentado», dijo Benegas a EL PAIS, «pone de manifiesto que ETA es una organización fascista que pretende acabar con la Constitución, las libertades democráticas y el progreso autonómico vasco».

"La destrucción de la democracia"

En el mismo vestíbulo de la clínica donde el teniente coronel Romeo Rotaeche se debatía ayer entre la vida y la muerte, UCD hizo público un comunicado en el que condenaba el atentado de ETA, «que no tiene otra finalidad política que no sea la destrucción de la democracia», y afirmaba que ha llegado la hora de «respaldar sin cuento las medidas propuestas por el Gobierno al Parlamento español en defensa de la Constitución y sobre el terrorismo ».

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