Hassan II trató con Giscard una posible iniciativa francesa para resolver el conflicto con el Polisario

Las entrevistas privadas entre Valéry Giscard d'Estaing y Hassan II de la semana pasada, en París, tuvieron como temas principales una posible iniciativa francesa o europea sobre el conflicto del Sahara y el contencioso entre Marruecos y Mauritania, según se cree en los medios diplomáticos de esta capital.

Aunque el rey Hassan II fue categórico cuando dijo que «nadie ha solicitado la mediación de Francia», es indudable que tanto París como la Comunidad Económica Europea (CEE) tienen prisa por lograr algún acomodo entre Rabat y Argel. La perspectiva de un mayor interés norteamericano...

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Las entrevistas privadas entre Valéry Giscard d'Estaing y Hassan II de la semana pasada, en París, tuvieron como temas principales una posible iniciativa francesa o europea sobre el conflicto del Sahara y el contencioso entre Marruecos y Mauritania, según se cree en los medios diplomáticos de esta capital.

Aunque el rey Hassan II fue categórico cuando dijo que «nadie ha solicitado la mediación de Francia», es indudable que tanto París como la Comunidad Económica Europea (CEE) tienen prisa por lograr algún acomodo entre Rabat y Argel. La perspectiva de un mayor interés norteamericano en esta región les urge intentar no perder la iniciativa.El proyecto de resolución Lalore, presentado ayer a la aprobación del Parlamento Europeo, invita a la CEE a llevar a cabo una mediación entre Argelia y Marruecos. Sin embargo, la advertencia del diario argelino Al Modjahid, del lunes, previniendo a la CEE contra «toda postura que no tenga en cuenta los derechos del pueblo saharaui» -evidentemente ausente de la resolución, favorable a las tesis marroquíes-, parece restarle eficacia a toda acción comunitaria.

En Rabat se estima, a pesar de las últimas reafirmaciones propolisarias de Argel, que el clima entre las dos capitales ha mejorado considerablemente. La invitación personal del presidente de la Asamblea Argelina, Rabah Bitat, instando a su homólogo marroquí, Dey Uld Sidi Baba, a asistir personalmente a la actual reunión de parlamentos árabes que tiene lugar en la capital argelina, fue interpretada en ese sentido.

Así también ha sido acogido el discurso inaugural de la reunión pronunciado por el presidente Chadli Benjedid, sobre todo su reafírmación de que Argel no cree en la exportación de la revolución.

Preocupación con Mauritania

Las preocupaciones marroquíes se concentran actualmente sobre Mauritania. Se cree en Rabat que, a pesar del reiterado apoyo al Polisario, definido como constante de su política exterior por Argel, Argelia no vería con malos ojos que lo principal del esfuerzo bélico del Polisario se trasladase a tierras mauritanas. Argelia quedaría así, según se dice en Rabat, en una postura más cómoda internacionalmente, libre de presiones para que evite prestar territorio como base de partida al Polisario.La advertencia formulada la semana pasada por un diario marroquí al Gobierno de Nuakchot, de que cualquier agresión del Polisario contra el Sahara desde territorio mauritano sería considerada como una agresión de Mauritania se inscribe en esta evolución.

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La Prensa marroquí ha publica do en las últimas semanas varias informaciones sobre desplaza mientos de poblaciones saharauis desde Tinduf hacia el norte de Mauritania. Antes de ellas ya se decía en Rabat que Nuadhibu es un centro de movimientos importante del Polisario.

El hecho de que Uld Bukhreiss, gobernador militar de la zona norte de Mauritania, sea considerado en Rabat como hostil a Marruecos y partidario de Libia, aumenta las aprensiones marroquíes. Una simple observación del mapa de la región permite comprender lo grave que sería, desde el punto de vista marroquí, que el norte de Mauritania fuese puesto a la disposición del Polisario.

A tal grado se lleva esta preocupación que se pensó que el viaje del rey Hassan II podría preludiar una posible iniciativa militar preventiva de Marruecos contra Mauritania.

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