Eutanasía

En las páginas de opinión del pasado 15 de febrero, se publicó un artículo de Ramón Chao, titulado «Morir con dignidad», en torno a Exit, asociación británica de eutanasia voluntaria. Como dirección de la entidad se da el número 13 de Prince of Wales Terrace, en Londres; como cabeza de la misma, a Nicholas Reed, y como dirección a la cual dirigirse para obtener la Guide to self deliverance, la siguiente: Upper Kinneil House, Old Polmont, Stirlingshire, Scotland. Pero, en realidad, esta última es la dirección de Scottish Exit (The voluntary euthanasia society of Scotland, supporting the ...

En las páginas de opinión del pasado 15 de febrero, se publicó un artículo de Ramón Chao, titulado «Morir con dignidad», en torno a Exit, asociación británica de eutanasia voluntaria. Como dirección de la entidad se da el número 13 de Prince of Wales Terrace, en Londres; como cabeza de la misma, a Nicholas Reed, y como dirección a la cual dirigirse para obtener la Guide to self deliverance, la siguiente: Upper Kinneil House, Old Polmont, Stirlingshire, Scotland. Pero, en realidad, esta última es la dirección de Scottish Exit (The voluntary euthanasia society of Scotland, supporting the right to die with dignity), una asociación absolutamente independiente de la Exit, con sedes en Londres, de la que se separó el pasado 17 de agosto y que, desde entonces, ha tenido una extraordinaria expansión, con miembros en más de 52 países. Su presidente es George B. Mair.Exit de Londres no ha publicado ninguna guía, pero sí tiene redactado un texto cuya impresión está pendiente de la resolución del oportuno pleito legal.

Scottish Exit distribuye folletos, con información específica, sólo amiembros de la organización, con el compromisode confidencialidad. Ha publicado dos folletos: Cómo morir con dignidad, dedicado exclusivamente a drogas, y un Suplement, que relaciona siete «otros métodos». Ambos pueden obtenerse convirtiéndose en miembro de la sociedad, con una cuota anual.

Los objetivos de Scottish Exit son, básicamente, los siguientes: establecimiento de una nueva relación entre médicos y hospitales, de un lado, y pacientes, de otro. Reconocimiento del derecho legal de los enfermos al rechazo de tratamientos de prolongación artificial de la vida. Legalización en el Reino Unido de la prestación de consejo sobre la forma de poner fin a la propia vida. Que llegue a contemplarse la eutanasia positiva como parte normal de ciertos tipos de tratamientos médicos sobre pacientes que previamente hayan otorgado su permiso en formularios especiales. Creación de equipos médicos especiales para atender las necesidades específicas de los moribundos; este tratamiento, destinado en forma especial a la evitación del dolor y el sufrimiento, supone usualmente la utilización de determinadas drogas.

Scottish Exit, al igual que su casi homónima con sede en Londres, estima que la decisión de poner fin

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