Comercio puede suspender la importación de aparatos de alta fidelidad

La importación de aparatos de alta fidelidad podría ser suspendida en breve por orden del Ministerio de Comercio, de confirmarse las informaciones recogidas por la Asociación de Representantes Importadores de Aparatos de Reproducción de Imagen y Sonido.Dicha decisión afectaría directamente a más de treinta empresas dedicadas a estas actividades desde hace más de diez años, y que originan unos 1.500 puestos de trabajo.

Los aparatos de alta fidelidad, homologados internacionalmente con las siglas de hi-fi y ciertas características de potencia y calidad de producción tienen una pene...

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La importación de aparatos de alta fidelidad podría ser suspendida en breve por orden del Ministerio de Comercio, de confirmarse las informaciones recogidas por la Asociación de Representantes Importadores de Aparatos de Reproducción de Imagen y Sonido.Dicha decisión afectaría directamente a más de treinta empresas dedicadas a estas actividades desde hace más de diez años, y que originan unos 1.500 puestos de trabajo.

Los aparatos de alta fidelidad, homologados internacionalmente con las siglas de hi-fi y ciertas características de potencia y calidad de producción tienen una penetración de mercado muy baja en relación con los demás países europeos; sólo un 5,4% frente a un 18% en Francia, un 22% en el Reino Unido, un 25% en la República Federal de Alemania y un 52% en Suecia.

Las importaciones de este tipo de aparatos, que por su alta tecnología no pueden ser prácticamente fabricados en España, no llegan a afectar la balanza de pagos española.

Las expectativas de mercado para 1981 son de venta de unos 340.000 equipos de reproducción de sonido, por un valor total de 33.000 millones de pesetas, de los que un 10% aproximadamente corresponderían a aparatos de hi-fi importados.

El sentido de una media de este tipo, afirma el «informe económico», no queda muy claro por cuanto supone un ataque a un grupo de pequeñas y medianas empresas ya consolidadas, sin una contrapartida social clara, puesto que si la Administración pretendiera suplir estos mismos 1.500 puestos de trabajo con la creación de una empresa nacional dedicada a la alta fidelidad, la producción de ésta seria igual a las necesidades totales del mercado español, y sus proporciones semejantes a las primeras industrias japonesas.

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