Cartas al director

La opinión de Benet

Somos un grupo de estudiantes de Filología de la Universidad Autónoma de Madrid, y no podemos dejar pasar por alto el artículo sobre Dostoievski aparecido el miércoles 28 de enero, firmado por el señor Benet.No tenemos nada que objetar a que dicho señor no sienta ningún interés por la obra del novelista ruso, pero pensamos que debería, llevando esa falta de interés a sus últimas consecuencias, abstenerse de opinar sobre aquello que él mismo afirma desconocer.

Es muy probable que el flamante finalista del Premio Planeta del pasado año haga las delicias de un cierto público -el suyo-, per...

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Somos un grupo de estudiantes de Filología de la Universidad Autónoma de Madrid, y no podemos dejar pasar por alto el artículo sobre Dostoievski aparecido el miércoles 28 de enero, firmado por el señor Benet.No tenemos nada que objetar a que dicho señor no sienta ningún interés por la obra del novelista ruso, pero pensamos que debería, llevando esa falta de interés a sus últimas consecuencias, abstenerse de opinar sobre aquello que él mismo afirma desconocer.

Es muy probable que el flamante finalista del Premio Planeta del pasado año haga las delicias de un cierto público -el suyo-, pero dudamos de la autoridad que este galardón le pueda conferir -y el señor Benet no parece aducir otra autoridad que ésta- para juzgar el estilo de un autor que, si no es un genio, lo cual es una calificación muy subjetiva, tiene una innegable dignidad refrendada por un siglo de permanencia.

Prescindiendo ya de la poca seriedad de criticar lo que no se conoce, la elegancia y la buena educación, valores muy importantes al parecer para el señor Benet, no caracterizan las metáforas ni los adjetivos que utiliza en su artículo, ni puede decirse que su estilo tenga mucha finura.

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Nos parece lamentable la actitud de ciertos intelectuales que se escudan en el posible prestigio de un nombre, más o menos repetido, para hacer declaraciones que lo más que le puedan valer es figurar en las conversaciones de los cenáculos de moda y adquirir una notoriedad de dudoso valor./ y veintidós firmas más. .

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