El obispo de Pekín se opone a que el Papa visite China

El obispo católico de Pekín, Michael Fu Tieshan -no reconocido por el Vaticano-, reaccionó ayer fríamente al intento de acercamiento a la República Popular China realizado el miércoles por el papa Juan Pablo II, aprovechando su estancia en el vecino país de Filipinas.El episcopado pequinés, calificado por Pío XII de cismático cuando se formó en 1952, ha sido, hasta ahora, la principal dificultad que impedía el establecimiento de cualquier tipo de relaciones entre el Vaticano y China.

Fu Tieshan estimó ayer que no tendría sentido, en estos momentos, una visita papal a la República...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

El obispo católico de Pekín, Michael Fu Tieshan -no reconocido por el Vaticano-, reaccionó ayer fríamente al intento de acercamiento a la República Popular China realizado el miércoles por el papa Juan Pablo II, aprovechando su estancia en el vecino país de Filipinas.El episcopado pequinés, calificado por Pío XII de cismático cuando se formó en 1952, ha sido, hasta ahora, la principal dificultad que impedía el establecimiento de cualquier tipo de relaciones entre el Vaticano y China.

Fu Tieshan estimó ayer que no tendría sentido, en estos momentos, una visita papal a la República Popular China, teniendo en cuenta, sobre todo, que la Santa Sede mantiene relaciones diplomáticas con Taiwan y no admite la independencia de la denominada Iglesia católica patriótica, adscrita al régimen comunista de Pekín. La ruptura de relaciones entre esta Iglesia y el Vaticano cristalizó definitivamente en 1957.

Más información

Mientras tanto, en Cebú (Filipinas), el cardenal Agostino Casaroli, secretario de Estado de la Santa Sede, confirmó ayer, ante un grupo de periodistas, que está en marcha un importante acercamiento con la República Popular China. El purpurado dio a entender que el Papa ha recibido señales positivas por parte china.

El Papa, antes de completar la redacción de su mensaje al pueblo chino,celebró una larga conversación con un obispo que acababa de llegar de la República Popular China, según se supo de fuente eclesiástica.

El obispo es el jesuita Dominic Tang, administrador apostólico de Canton, liberado el 9 de junio de 1980 de la cárcel, en la que estuvo cerca de treinta años.

Conocer lo que pasa fuera, es entender lo que pasará dentro, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

Tang fue autorizado expresamente por las autoridades de Pekín a realizar ese viaje a la capital filipina para reunirse con el Papa.

Archivado En