Sólo la bandera española ondea en Atenas a media asta por la reina Federica

Sólo la bandera de España ondeaba ayer a media asta en Atenas en señal de duelo por la muerte de la reina Federica de Grecia, que será enterrada hoy en el panteón real del palacio heleno de Tatoi en presencia de su hijo el rey Constantino, quien ha conseguido a duras penas un permiso de seis horas de residencia en territorio griego después de más de trece años de exilio político. Sus hermanas, la reina Sofía de España y la princesa Irene, así como el rey Juan Carlos, el duque de Edimburgo, la ex reina Juliana de Holanda, el príncipe Henrik de Dinamarca y otros familiares de la reina Federica, ...

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Sólo la bandera de España ondeaba ayer a media asta en Atenas en señal de duelo por la muerte de la reina Federica de Grecia, que será enterrada hoy en el panteón real del palacio heleno de Tatoi en presencia de su hijo el rey Constantino, quien ha conseguido a duras penas un permiso de seis horas de residencia en territorio griego después de más de trece años de exilio político. Sus hermanas, la reina Sofía de España y la princesa Irene, así como el rey Juan Carlos, el duque de Edimburgo, la ex reina Juliana de Holanda, el príncipe Henrik de Dinamarca y otros familiares de la reina Federica, también participarán en la ceremonia fúnebre, estrictamente familiar por orden del presidente Caramanlis.

Ha sido personalmente el rey Juan Carlos quien ha decidido que en la Embajada de España en Atenas se aplique el protocolo de luto acordado en Madrid, impidiendo a la bandera española alcanzar la punta del mástil. Este gesto con trasta en la céntrica avenida de Vassilissis Sofía (zona residencia] de embajadas y sede del Parlamento griego) con la ostentación de los edificios oficiales inmediatos, donde las banderas ondean a tope.

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El cadáver de la reina Federica llega hoy a un aeródromo militar a bordo de un avión griego

Viene de primera página

El cadáver de la reina Federica llegará al aeropuerto militar de Tatoi en los primeros minutos de la tarde de hoy y a bordo de un avión oficial del Gobierno griego, enviado a Madrid a recoger el féretro y en el que viajarán también el rey Constantino y su esposa, Ana María, la reina Sofía de España y la princesa Irene, así como los tres infantes griegos y los tres españoles. El avión no ha sido autorizado a tomar tierra en Atenas (lo hará en el aeropuerto militar de Tatoi), y despegará seis horas después de su llegada, con rumbo a Madrid y, muy probablemente, con la familia real griega a bordo.

Se pensó, en un principio, que, para evitar urgencias, el avión y el féretro de Federica podría haber Regado ayer a Tatoi, e incluso se acondicionó un pequeño albergue para dar noche a la familia real helena. Pero las presiones políticas de la izquierda arreciaron y le fue denegado a Constantino el permiso de pernoctar en su país, entre otras cosas, por no haber nunca abdicado de sus derechos reales.

El gesto del avión oficial ha sido bien considerado en medios diplomáticos de Atenas, donde, por otra parte, no se ha visto con buenos ojos que el avión en el que viajará el rey Juan Carlos, jefe del Estado español, no entre en el aeropuerto ateniense (ésta era, a menos anoche, la noticia) y no sea recibido o salucado como jefe de Estado por el presidente Constantino Caramanlis.

Incluso está en debate si el primer ministro, Georges Rallis (quien hace meses fue cortésmente recibido por los Reyes de España en el palacio de la Zarzuela, durante una visita oficial a la Península), estará en el aeropuerto de Tatoi, esperando al Rey y al duque de Edimburgo Se habló, eso sí, del ministro griego de Exteriores, Misotakis,, y del de la Presidencia, Estefanopoulos, pero no hay noticias definitivas sobre Rellis, quien podría encontrarse, en algún momento, frente al rey Constantino.

Polémica politica

Los diarios alenienses profundizaban ayer en la polémica sobre el entierro de la soberana helena, y el líder de la oposición y cabeza del partido socialista (PASOK), Papandreu, no perdía la oportunidad de increpar al Gobiemo sobre el alcance político de este acto, su protocolo y significación. Quiere la izquierda ver en el entierro y en la vuelta de Constantino ana operación política de Caramanlis (quien años atrás fue víctima de las intrigas políticas de Federica) para reavivar ciertas tensiones y olvidar el debate sobre la anticipación de elecciones generales que, en todo caso, deberán celebrarse este año.

La polémica era de esperar. El Gobierno se acogió a argumentos humanitarios para enterrar a Federica junto a su esposo, el rey Pablo, y la oposición, a los políticos; aunque, dicho sea de paso, sin forzar demasiado la mano y dejando el episodio, hasta el momento, en simple protesta verbal. No ha querido Papandreu movilizar su gente en la calle, y todo parece indicar que las manifestaciones previstas serán minoritarias. Los estudiantes lo hicieron ayer en número escaso, y hoy se prevé que sean los monárquicos quienes salgan por las calles de Atenas, una vez comprobado el bloqueo policial al acceso de Tatoi. De todas maneras, no se descartan disturbios si a los monárquicos se les enfrentan espontáneos de izquierda. En todo caso no serán los periodistas griegos y extranjeros en masa quienes retransmitan este eventual encuentro, o el funeral ortodoxo, el entierro y el bufé frío del albergue de Tatoi (el palacio propiedad de Constantino está en ruinas y abandonado). El Gobierno de Grecia, queriendo no politizar el tema, ha dado un serio palo a la libertad de expresión y cerró la puerta a casi todos los informadores. Sólo, después de muchas presiones, consintió dejar pasar a seis periodistas.

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