Vuelven a entrar en vigor las medidas anticontaminación

Desde las cero horas de hoy, martes, ha entrado en vigor el primer bloque de medidas de emergencia contra la contaminación, solamente una semana después de que éstas fueran suspendidas, a consecuencia del fuerte deterioro de la calidad del aire. Las medidas suponen unas restricciones que van desde la limitación del encendido de calefacción al período comprendido entre las once de la mañana y las siete de la tarde, hasta la imposición de sanciones con multas de 5.000 a 15.000 pesetas a vehículos que obstruyan el tráfico en cualquier punto de la zona contaminada, prácticamente todo el centro de ...

Desde las cero horas de hoy, martes, ha entrado en vigor el primer bloque de medidas de emergencia contra la contaminación, solamente una semana después de que éstas fueran suspendidas, a consecuencia del fuerte deterioro de la calidad del aire. Las medidas suponen unas restricciones que van desde la limitación del encendido de calefacción al período comprendido entre las once de la mañana y las siete de la tarde, hasta la imposición de sanciones con multas de 5.000 a 15.000 pesetas a vehículos que obstruyan el tráfico en cualquier punto de la zona contaminada, prácticamente todo el centro de la ciudad.

En el caso de que la peligrosa situación ambiental a la que se llegó ayer se mantenga durante los dos días próximos y las previsiones meteorológicas no varíen, el Ayuntamiento solicitaría al Gobierno Civil la entrada en vigor del segundo paquete de medidas previsto para tales situaciones, y que afectaría fundamentalmente al uso de las calefacciones (de once de la mañana a cinco de la tarde), a la utilización del vehículo privado y a algunas industrias.Si bien durante el domingo no hubo un aumento sensible de la contaminación, debido al escaso uso de los automóviles y funcionamiento de las fábricas, desde primera hora de la mañana del lunes prácticamente todas las estaciones destinadas al análisis de la pureza del aire arrojaron datos bastante alarmantes, hasta el punto de que a media mañana eran seis las estaciones con la luz roja encendida (esto se produce cuando los límites se han sobrepasado durante más de dos horas seguidas). Según datos facilitados por la Delegación de Saneamiento y Medio Ambiente, a las doce de la mañana de ayer los resultados eran los siguientes: 627 microgramos de anhídrido sulfuroso (SO2) por metro cúbico, 248 de partículas, y 9,1 de monóxido de carbono (CO). Entre dos y cuatro de la tarde mejoró la situación, pero las previsiones eran de que volvieran a aumentar a lo largo de la tarde, y que incluso rebasaran los niveles alcanzados por la mañana.

Lo cierto es que ayer, con un simple recorrido por el centro de la ciudad, podía apreciarse una densa cortina de humo, señal evidente de la disminución de la calidad del aire. Desde la carretera de La Coruña, a la entrada de Madrid podía verse la oscura nube, conocida como smog, envolviendo todos los edificios de la ciudad.

Ya dentro del casco urbano, donde más se podía sufrir el enrarecimiento del aire eran todas las zonas situadas en torno a las glorietas de Quevedo, Bilbao, Callao, Carlos V, plaza de la Cibeles y plaza de Castilla.

Manuel Mella, concejal responsable de Saneamiento y Medio Ambiente, explicó a EL PAIS que a media mañana el Ayuntamiento solicitó formalmente al Gobierno Civil la entrada en vigor de las medidas de emergencia (anuladas el pasado lunes a consecuencia de la nevada caída sobre Madrid), a la vista de la situación y de las previsiones meteorológicas. «Sentimos todas las molestias que se causan al ciudadano.», dijo el concejal, «pero no hay más remedio que hacerlo. Una vez más tenemos que lamentar el que el Gobierno no haya tomado a su debido tiempo las medidas que este problema requiere».

El endurecimiento de las medidas -hoy serán publicadas en el Boletín Oficial de la Provincia- podría producirse, dijo el concejal Manuel Mella, si en los próximos dos días continúa la mala situación y el anticiclón sigue. El tercer bloque solamente se aplicaría si pasados diez días no se hubiera producido ninguna mejoría. «Pero eso supondría de hecho la paralización de la ciudad, y cabe suponer que no llegaremos a una situación de emergencia de esa clase», asegura Manuel Mella.