Menor participación en la plantación de árboles en la M-30

La forestación de la M-30, realizada este año dentro de la Segunda Semana Popular del Arbol, ha contado con una menor participación ciudadana que la misma campaña del año pasado, aunque el número de árboles plantados ha sido mucho mayor, según se desprende de una primera evaluación de la operación, realizada para EL PAÍS por el primer teniente de alcalde del Ayuntamiento de Madrid, Ramón Tamames. «De todas maneras», asegura Tamames, «el éxito de esta operación, de la del año pasado y las que han de venir en años sucesivos, es algo que no podremos evaluar nosotros directamente, sino las generac...

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La forestación de la M-30, realizada este año dentro de la Segunda Semana Popular del Arbol, ha contado con una menor participación ciudadana que la misma campaña del año pasado, aunque el número de árboles plantados ha sido mucho mayor, según se desprende de una primera evaluación de la operación, realizada para EL PAÍS por el primer teniente de alcalde del Ayuntamiento de Madrid, Ramón Tamames. «De todas maneras», asegura Tamames, «el éxito de esta operación, de la del año pasado y las que han de venir en años sucesivos, es algo que no podremos evaluar nosotros directamente, sino las generaciones que nos sucedan».El desembolso económico de la operación de este año, que ronda casi los 46.500.000 pesetas, ha tenido un destino muy importante en la plantación de pinos escayolados que, por su delicadeza especial, ha sido encomendada directamente a jardineros expertos en el tema. Puede que ésta haya sido una de las razones por las que la participación ciudadana ha sido menor que el año pasado. Es decir, en esta ocasión, era menos necesaria la participación activa del madrileño en la plantación de árboles.

Falta de información

«Sin embargo», apostilla Ramón Tamames, «el hecho de que el madrileño de a pie haya participado en menor escala que el año pasado debemos atribuirlo también a una falta de información por nuestra parte». La propaganda animando a los ciudadanos a acudir a las distintas parcelas de la M-30 para plantar un árbol ha sido mínima y, para la gran mayoría de los posibles jardineros ocasionales, se ha reducido a un cartel colgado de uno de los distintos puentes que atraviesan esa autopista urbana en el que se le animaba a «embellecer Madrid».Con la plantación realizada en esta Segunda Semana Popular del Arbol, que, oficialmente, se viene desarrollando desde el dia 3 de diciembre hasta el próximo domingo, día 18, en que se realizará la del parque de Moratalaz y en el distrito de Moncloa, se han abierto ya, aproximadamente, dos tercios de la superficie existente en la M-30 susceptible de ser forestada. Una vez que, ya el año que viene, se complete la forestación de los alrededores de esta autopista, el Ayuntamiento tiene previsto iniciar la regeneración de las zonas de baja vegetación, actualmente en proceso de franco deterioro. «Será la forma», afirma Tamames, «de que los aledaños de la M-30 tengan, por fin, el aspecto de vegetación frondosa que hoy, a pesar de dos campañas de forestación, todavía le falta».

Especies autóctonas

La plantación de ese monte bajo contará con la presencia de 40.000 arbustos de diversas especies, todavía no determinadas, a las que se unirán varios tipos de plantas autóctonas, cuyo crecimiento será potenciado por los jardineros municipales.El riego de los árboles y plantas que se ubiquen en la M-30 es algo fundamental de cara a su conservación futura. Los escasos medios que, para ello, tenía el Ayuntamiento el año pasado han sido paliados con la construcción de una red de riego en la que han sido invertidos ya otros 46.500.000 pesetas, veinticuatro de los cuales han corrido a cargo del Ministerio de Obras Públicas y Urbanismo, con anterioridad a 1979.

No menos importante es el cerramiento, por medio de cercas, de las zonas ya plantadas en la M-30, con el triple objetivo de facilitar el acceso de los peatones a las zonas ajardinadas, ofrecer la necesaria seguridad para los automovilistas y garantizar la conservación de las plantaciones.

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La obligación que la ley impone al Ayuntamiento para realizar ese cerramiento de las distintas parcelas de la M-30 se verá acompañada por la colaboración del Ministerio de Obras Públicas y Urbanismo en lo que se refiere al diseño que han de tener las cercas que rodearán las parcelas limítrofes con la autopista.

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