Cartas al director

Sobre el libro "Padre Nuestro"

La Asociación Nacional de Editores de Libros de Enseñanza ha conocido por referencias de Prensa la nota difundida por la Secretaría General Técnica de la Comisión Episcopal de Enseñanza, a propósito de las circunstancias en que se ha editado por dicha comisión el libro de texto para primer curso de EGB titulado Padre Nuestro.Los editores se manifiestan disconformes con los datos que se han facilitado a la opinión pública y se sienten obligados a poner de relieve las siguientes puntualizaciones:

1. Los editores de libros para la enseñanza de la religión en los niveles reglados del...

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La Asociación Nacional de Editores de Libros de Enseñanza ha conocido por referencias de Prensa la nota difundida por la Secretaría General Técnica de la Comisión Episcopal de Enseñanza, a propósito de las circunstancias en que se ha editado por dicha comisión el libro de texto para primer curso de EGB titulado Padre Nuestro.Los editores se manifiestan disconformes con los datos que se han facilitado a la opinión pública y se sienten obligados a poner de relieve las siguientes puntualizaciones:

1. Los editores de libros para la enseñanza de la religión en los niveles reglados del sistema educativo español reconocen explícitamente que los obispos tienen la potestad de «señalar los contenidos de la enseñanza y formación religiosa católica» y de vigilar los libros que directamente se uliticen para dicha enseñanza en los centros docentes, a fin de que se ajusten a la doctrina de la Iglesia.

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2. Las orientaciones pedagógicas y pastorales a que hace referencia la nota de la Comisión Episcopal no han sido publicadas en el Boletín Oficial del Estado, y, por tanto, no constituyen una programación oficial de estudios escolares que legitime la edición de libros de texto.

3. Afirmar que el libro Padre Nuestro se ajusta a unas orientaciones dadas por la Comisión Episcopal no prueba que en la publicación del libro se haya respeta-

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do la normativa legal vigente. Es evidentemente contradictorio que mientras la Comisión Episcopal fundamenta este libro en unas bases de programación para el ciclo inicial de EGB -todavía no legislado por el Estado- el Ministerio de Educación entienda que ha sido autorizado por ajustarse a una programación antigua, que ahora se anuncia va a ser renovada.

4. Los editores rechazan el equívoco que se plantea en la nota de la Comisión Episcopal al hablar, sin los adecuados matices, de «publicaciones sobre temas de formación religiosa y catequesis» como expresión del derecho de edición del episcopado. El libro Padre Nuestro es un libro de texto y, como tal, ha sido autorizado por el Ministerio de, Educación por orden ministerial. Es la propia Comisión Episcopal, al tramitar la autorización de su libro por parte del Ministerio, quien expresa su voluntad de que sea considerado como tal libro de texto. En este sentido, resulta obvio que debe sujetarse, como cualquier otro, a la misma programación oficialmente publicada y a los demás requisitos de la legislación vigente.

5. Además de todo esto, evidentemente se dan las connotaciones de una competencia desleal entre la edición de un libro de texto de religión por parte de la Comisión Episcopal y el resto de la edición escolar. El mismo organismo que impone la programación, y tiene atribuido el examen de todos los textos como condición previa y necesaria para que sean autorizados por el Ministerio, se erige en edito de un libro concreto, con lo que resulta ser a la vez juez y parte. Por si esto fuera poco -como lo demuestra el párrafo final de la nota-, la Comisión Episcopal promociona su propio libro de texto, subrayando la «valoración positiva que han hecho llegar a la Comisión Episcopal de Enseñanza tanto los obispos como los educadores». So bre este aspecto, netamente publicitario, los editores se sienten discriminados, ya que no existe má que una valoración positiva, que e la autorización del Ministerio de Educación, publicada en las páginas del BOE.

6. Los editores lamentan que sus intentos de dialogar con la Comisión Episcopal no se vean atendidos en un clima de franqueza y colaboración; pero insisten en que este es el único camino para resol ver los problemas creados, y que en la edición de los libros de texto para la enseñanza de la religión se res pete la normativa vigente en tanto no sea modificada legalmen te./ presidente de la Asociación Nacional de Editores de Libros de Material de Enseñanza.

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