Fidel, reaparecido

El Fidel de los viejos tiempos, el de los largos discursos -esta vez batió el récord, con un total de diez horas, más dos para almorzar y ducharse-, ha reaparecido tras un tiempo de olvido. Con su discurso ante el II Congreso del Partido Comunista cubano, Fidel ha perdido definitivamente las posibilidades de convertirse en una «nueva vía» para América Latina.El «no alineado» Fidel se mantiene, sin fisuras, en la bipolaridad: coreando, por un lado, el «Fidel, seguro, al yanqui dale duro», y bendiciendo, por otro, la invasión de Afganistán y una posible intervención soviética en Polonia....

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El Fidel de los viejos tiempos, el de los largos discursos -esta vez batió el récord, con un total de diez horas, más dos para almorzar y ducharse-, ha reaparecido tras un tiempo de olvido. Con su discurso ante el II Congreso del Partido Comunista cubano, Fidel ha perdido definitivamente las posibilidades de convertirse en una «nueva vía» para América Latina.El «no alineado» Fidel se mantiene, sin fisuras, en la bipolaridad: coreando, por un lado, el «Fidel, seguro, al yanqui dale duro», y bendiciendo, por otro, la invasión de Afganistán y una posible intervención soviética en Polonia.

El líder cubano habló en algún momento de su maratoniano informe de «la ayuda que la URSS brinda a Afganistán». En lo tocante a Polonia, Fidel reiteró que «es incuestionable que el campo socialista tiene derecho a salvar su integridad». Con ello, La Habana mantiene su docilidad a la política externa de la URSS. Docilidad que, una vez más, convierte a Fidel en un interlocutor no válido entre el movimiento de los no alineados, y que reitera que la «vía cubana no es la que América Latina necesita para salir de sus todavía numerosos casos de dictaduras. ( ... )

19 de diciembre

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