Cartas al director

Con Figuera

Desde hace algunos meses sigo con preocupación la campaña que en distintos medios de comunicación viene desarrollándose contra la Clínica Puerta de Hierro, referida en especial a su sector de investigación, y más concretamente, a una de sus cabezas visibles, el profesor Figuera.Mi triple condición de médico de hospital (he ejercido como tal durante más de quince años en la Fundación Jiménez Díaz, modelo del que es lograda copia la Clínica Puerta de Hierro), investigador clínico y cirujano cardiovascular, me obligan a salir en defensa tanto del modelo hospitalario Fundación Jiménez Díaz-Clínica...

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Desde hace algunos meses sigo con preocupación la campaña que en distintos medios de comunicación viene desarrollándose contra la Clínica Puerta de Hierro, referida en especial a su sector de investigación, y más concretamente, a una de sus cabezas visibles, el profesor Figuera.Mi triple condición de médico de hospital (he ejercido como tal durante más de quince años en la Fundación Jiménez Díaz, modelo del que es lograda copia la Clínica Puerta de Hierro), investigador clínico y cirujano cardiovascular, me obligan a salir en defensa tanto del modelo hospitalario Fundación Jiménez Díaz-Clínica Puerta de Hierro -como del profesor Figuera.

Dentro de la caótica situación de nuestra red hospitalaria, la más cara e ineficaz del mundo, el modelo antes aludido ha demostrado hasta la saciedad ser el único válido y por ello, sólo la envidia, motor ancestral de nuestra sociedad, puede haber movido esta campaña de descrédito.

Conozco al profesor Figuera desde hace muchos años y sé que a lo largo de su vida, y frecuentemente a costa de sacrificios personales, ha adornado nuestra cirugía con un estilo científico del que nos hemos beneficiado tanto enfermos como médicos.

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Atacar a un profesional como él, da la razón a nuestro insigne escritor Camilo José Cela cuando dice que «en este país nuestro no se perdona al qué posee alguna de sentido del estas tres cualidades: humor, creatividad o espíritu deportivo». Desgraciadamente para el profesor Figuera, la Providencia le ha dotado con las tres. / jefe del Servicio de Cirugía Cardiovascular de la Ciudad Sanitaria Carlos Haya. .

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