El conflicto Irán-Irak puede entorpecer el desarrollo de la próxima reunión de la OPEP

El conflicto que desde hace tres meses enfrenta a Irán e Irak amenaza con dificultar el desarrollo de la próxima reunión de la OPEP (Organización de Países Exportadores de Petróleo), que comienza pasado mañana, lunes, en Bali (Indonesia). Hasta el último momento los ministros del petróleo de la organización intentarán persuadir a sus colegas iraní e iraquí de evitar un enfrentamiento político. La posible subida de los crudos que pueda derivarse de la reunión será, en opinión del representante de Arabia Saudí, menor que en otras ocasiones.

Por primera vez desde el conflicto entre Irán e ...

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El conflicto que desde hace tres meses enfrenta a Irán e Irak amenaza con dificultar el desarrollo de la próxima reunión de la OPEP (Organización de Países Exportadores de Petróleo), que comienza pasado mañana, lunes, en Bali (Indonesia). Hasta el último momento los ministros del petróleo de la organización intentarán persuadir a sus colegas iraní e iraquí de evitar un enfrentamiento político. La posible subida de los crudos que pueda derivarse de la reunión será, en opinión del representante de Arabia Saudí, menor que en otras ocasiones.

Por primera vez desde el conflicto entre Irán e Irak, representantes de ambos países se sentarán alrededor de una misma mesa. El ministro indonesio de petróleo, anfitrión de esta nueva reunión de la OPEP, ha adelantado que ambos países mantienen el mismo interés en que la organización siga existiendo; no obstante, el ministro de petróleo argelino, que preside en la actualidad la OPEP, ha invitado a Irán a atenerse estrictamente al orden del día de la reunión y no desbordarse sobre cuestiones políticas.Por su parte Irak apoyará la demanda indonesia de aumentar el precio del crudo en un 10%, entre otras razones, porque los países exportadores han hecho «muchos sacrificios», según el ministro iraquí del petróleo, Abdul Karim, y los países industrializados, con la creación de existencias artificiales, han destruido la estructura de precios de la OPEP.

El jeque Yamani, representante de Arabia Saudí, ha manifestado a la revista Jeune Afrique y el diario The International Herald Tribune que si hay subida del precio del petróleo en la reunión de la OPEP en Bali «será menor». Además «el precio de treinta dólares barril fijado en la conferencia de Viena el último de septiembre no puede quedar congelado en 1981».

En sus manifestaciones, el jeque Yamani ha advertido sobre la posibilidad de que se produzca una de las crisis más serias de la historia de la OPEP cuando Irán e Irak reanuden su producción de petróleo. La posible exportación de Irán de tres millones de barriles diarios y de otros 3,2 millones de Irak haría pasar las ventas mundiales de veinticinco a 31 millones de barriles por día con el consiguiente riesgo para los precios.

En esa eventualidad, anunció el jeque Yamani que Arabía Saudí no se compromete a llevar todo el peso reduciendo sus exportaciones como hizo en 1977-1978. Por tanto, ante la conferencia de Bali, su país aumentará sus precios si los demás exportadores se comprometen a limitar los suyos en un intento de equilibrio general.

En este contexto se sitúa el hecho de que dos petroleros acaban de ser fletados para cargar petróleo en la principal terminal iraní, situada en Kharg Island, en el norte del golfo Pérsico. Uno de los buques, de 200.000 toneladas, tendrá como destino Turquía; el otro, de 700.000 toneladas, cargará petróleo para Rumanía.

Confirman el yacimiento petrolífero de Siberia

Expertos independientes occidentales han confirmado que existe el importante yacimiento petrolífero soviético del que se informó ampliamente en el mundo occidental la pasada semana, si bien el petróleo que contiene está en un lecho de pizarras, por lo que es de prever que los primeros resultados positivos de extracción no se obtengan antes del final de la presente década.

Diplomáticos de Europa Occidental y analistas petrolíferos señalaron igualmente en Ginebra, según Comtelsa, que la Unión Soviética había hecho explotar al menos una bomba nuclear subterránea en la vecindad del yacimiento, posiblemente como experiencia para intentar fracturar el lecho de pizarras.

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