Nuevas denuncias en el juicio de Pekín contra la "banda de los cuatro"

Uno de los miembros de la banda de los cuatro, Yao Wenyuan (secretario de propaganda del Comité Central del Partido Comunista chino en la época de Mao), fue acusado ayer de llamar «reaccionarios, contrarrevolucionarios y mala gente» a quienes llevaron luto por Zhou Enlai en la tumultuosa manifestación funeraria del 5 de abril de 1976.En el sumario se incluyen pruebas de que Yao escribió estas palabras a raíz de los incidentes ocurridos en dicha fecha, conmemorativa de los muertos, en la que hubo una sangrienta represión contra los dos millones de personas que se habían congregado en...

Uno de los miembros de la banda de los cuatro, Yao Wenyuan (secretario de propaganda del Comité Central del Partido Comunista chino en la época de Mao), fue acusado ayer de llamar «reaccionarios, contrarrevolucionarios y mala gente» a quienes llevaron luto por Zhou Enlai en la tumultuosa manifestación funeraria del 5 de abril de 1976.En el sumario se incluyen pruebas de que Yao escribió estas palabras a raíz de los incidentes ocurridos en dicha fecha, conmemorativa de los muertos, en la que hubo una sangrienta represión contra los dos millones de personas que se habían congregado en la plaza de Dienanmen, la más grande de Pekín, para llorar la muerte de Zhou Enlai, jefe del Gobierno, y, de paso, protestar contra la política radical.

El sumario no responsabiliza a ninguno de los miembros de la banda de lo ocurrido. En aquella época, Mao Zedong era presidente del partido y líder indiscutido; Deng Xiaoping ocupaba la jefatura del Gobierno, y Hua Guofeng, la cartera de Seguridad.

Al día siguiente, 6 de abril, Deng fue apartado del Gobierno, por considerarle principal instigador de la manifestación contra Mao, y fue sustituido por Hua Guofeng. Deng es ahora vicepresidente del partido y el «hombre fuerte» de la República Popular China, y Hua Guofeng, presidente del PC chino.

Tras esta acusación contra Yao, el tribunal anunció que se daba por concluida la investigación sobre sus crímenes. Son numerosos los comentaristas que empiezan a considerar el juicio de Pekín como «una gran farsa».

Ayer, la televisión ofreció casi dos horas del interrogatorio a que fue sometida el martes la viuda de Mao, Jiang Qin, donde fue acusada de haber perseguido a cinco actores para borrar las huellas de su «oscuro pasado». La anciana negó los cargos.

Simultáneamente, la televisión anunció la decisión de las autoridades de Pekín de congelar los precios de diversos productos a fin de luchar contra la acelerada inflación de los últimos meses.

El matutino Beijng Ribao precisa que los restaurantes y comercios de la capital recibirán en los próximos días la visita de inspectores municipales encargados de comprobar que se lleva a efecto el control de precios.