Joaquín Ruiz-Giménez: "No bastan las garantías jurídicas para salvaguardar los derechos humanos"

Joaquín Ruiz-Giménez, Roberto Mesa y Alejandro Carrión, profesores de la Universidad Complutense, intervinieron, el miércoles pasado, en la mesa redonda conmemorativa del 30 aniversario de la Convención Europea de Derechos Humanos, celebrada en el local madrileño del Club de Amigos de la Unesco (CAUN). El periodista y abogado José Luis Pitarch actuó de moderador en el debate que se inició tras las intervenciones de los tres conferenciantes.El profesor y presidente del CAUN, Joaquín Ruiz-Giménez, intervino en primer lugar trazando un rápido resumen histórico del origen de la Convención Europea ...

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Joaquín Ruiz-Giménez, Roberto Mesa y Alejandro Carrión, profesores de la Universidad Complutense, intervinieron, el miércoles pasado, en la mesa redonda conmemorativa del 30 aniversario de la Convención Europea de Derechos Humanos, celebrada en el local madrileño del Club de Amigos de la Unesco (CAUN). El periodista y abogado José Luis Pitarch actuó de moderador en el debate que se inició tras las intervenciones de los tres conferenciantes.El profesor y presidente del CAUN, Joaquín Ruiz-Giménez, intervino en primer lugar trazando un rápido resumen histórico del origen de la Convención Europea de Derechos Humanos, redactada por el Consejo de Europa en 1950, cuando éste integraba exclusivamente a los países desarrollados de la Europa occidental. España, en concreto, no suscribió dicha Convención hasta noviembre de 1977, y por supuesto los países socialistas y aquellos que se encuentran al margen de este bloque europeo de poder no están sujetos a los principios que dicha Convención recoge.

Ruiz-Giménez explicó la importancia de la Convención en relación con el Tratado de 1948, ya que en ésta se articula por primera vez un instrumento de carácter jurisdiccional, compuesto por dos órganos, el Tribunal Europeo y la Comisión de los Derechos Humanos, que aseguran, en el amplio, marco de la Europa desarrollada, la salvaguardia de estos derechos, al menos sobre el papel. «Uno de los defectos de esta Convención», añadió el ex ministro, «es que no contemplaba la posibilidad de recurso individual ante dicho tribunal, pero, en 1952, un protocolo otorgado en París completó la órbita de estos derechos individuales, añadiendo el derecho a la propiedad, la educación, etcétera». Más adelante, la Carta Social Europea completaría la relación de derechos en el marco laboral.

El profesor Mesa, estudioso de los movimientos de liberación de los países del Tercer Mundo, manifestó sus dudas respecto a los logros de la democracia española -«el camino andado es mucho en estos cinco años», dijo, «pero es infinito el que nos queda si miramos hacia adelante»-, al referirse en concreto al último informe realizado por Amnistía Internacional sobre la violación de los derechos humanos en nuestro país y en plena democracia. Por último, Alejandro Carrión, profesor de Derecho Internacional, abundó en los mismos planteamientos, al señalar que es necesaria una postura crítica y no autocomplaciente respecto al camino recorrido hasta hoy por la democracia española. «La Constitución habla constantemente de derechos formales, y es evidente que todavía no son un hecho la igualdad hombre-mujer ni la libertad de expresión, pero al menos, y por primera vez en nuestra historia -dijo Alejandro Carrión-, celebramos en este aniversario de la Convención Europea del lado de los buenos».

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