Cartas al director

"Explosión demográfica"

La información de EL PAÍS del martes 4 de noviembre sobre «La calidad de la vida depende de un desarrollo humano más que técnico» da cuenta bastante aceptablemente, si se tienen en cuenta las limitaciones de espacio, de las jornadas acerca de la calidad de la vida que se han celebrado en Madrid entre los días 29 al 31 del pasado mes de octubre. Agradezco profundamente la referencia que se hace a mi exposición relativa a las cuestiones relacionadas con la «explosión demográfica». Sin embargo, puede quedar la impresión de que en mi conferencia repetí, una vez más, que los males del mundo están e...

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La información de EL PAÍS del martes 4 de noviembre sobre «La calidad de la vida depende de un desarrollo humano más que técnico» da cuenta bastante aceptablemente, si se tienen en cuenta las limitaciones de espacio, de las jornadas acerca de la calidad de la vida que se han celebrado en Madrid entre los días 29 al 31 del pasado mes de octubre. Agradezco profundamente la referencia que se hace a mi exposición relativa a las cuestiones relacionadas con la «explosión demográfica». Sin embargo, puede quedar la impresión de que en mi conferencia repetí, una vez más, que los males del mundo están en la traída y llevada «explosión demográfica». En mi conferencia afirmé que la «explosión demográfica» es uno de los mitos de nuestro tiempo; que, efectivamente, hay un problema demográfico, pero no global, sino de forma localizada, en algunos «puntos calientes» de la Tierra; que hay suficientes recursos agrícolas para alimentar a tres veces la población mundial actual, y, finalmente, que el auténtico problema es la «explosión del consumo», que lleva a que los recursos se distribuyan mal: un 15% de sobrealimentados que se llevan la «parte del león»./

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