Las autoridades chinas preparan al pueblo para una etapa de dificultades económicas

Las autoridades chinas reconocieron ayer que este año será de «grave calamidad» en la agricultura, especialmente en la producción de cereales, al tiempo que anunciaron dificultades en la extracción y distribución de carbón y petróleo para el próximo año. Estos problemas se atribuyen tanto a factores naturales -inundaciones en el Sur, sequía en el Norte- como a los desaciertos en materia económica cometidos «después del aplastamiento de la banda de los cuatro», frase que aquí simboliza algo así como el fin de una era.

Pese a que los diez máximos responsables de la revolución cultural est...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

Las autoridades chinas reconocieron ayer que este año será de «grave calamidad» en la agricultura, especialmente en la producción de cereales, al tiempo que anunciaron dificultades en la extracción y distribución de carbón y petróleo para el próximo año. Estos problemas se atribuyen tanto a factores naturales -inundaciones en el Sur, sequía en el Norte- como a los desaciertos en materia económica cometidos «después del aplastamiento de la banda de los cuatro», frase que aquí simboliza algo así como el fin de una era.

Pese a que los diez máximos responsables de la revolución cultural están en el banquillo de los acusados, y que otros de menor importancia esperan juicio en distintas ciudades, parece que los «izquierdistas» continúan en disposición de «sabotear» la economía o, al menos, de poner obstáculos a la línea de los nuevos dirigentes. Esta es una de las conclusiones que pueden obtenerse del editorial publicado por el órgano oficial del partido, Diario del Pueblo, en que critica a los que no siguen con firmeza la política de reajuste económico preconizada por la dirección.Esta línea prevé, entre otras cuestiones, la disminución de la tasa de acumulación de capital y el incremento del porcentaje destinado al consumo, a fin de elevar el nivel de vida del pueblo. En concreto se persigue una reducción de las inversiones dedicadas a obras de infraestructura básica, sobre todo para la industria pesada, y el incremento de la atención a la industria ligera, la mejora de la calidad de los productos, la enseñanza y la construcción de viviendas.

Inversiones

El reajuste afecta también a las empresas extranjeras con proyectos de inversión en China, algunos de los cuales han sido adoptados «sin el suficiente análisis y sin un estudio de su eficacia y de las posibilidades, de competir realmente en el mercado internacional». A su vez, las autoridades recuerdan la necesidad de tener en cuenta las disponibilidades de recursos energéticos antes de lanzarse a planes improvisados o insuficientemente justificados desde el punto de vista nacional para garantizar el mantenimiento de un nivel adecuado de reservas de materias energéticas.De esta forma, los dirigentes chinos parecen encontrarse en una encrucijada. Por una parte quieren enterrar definitivamente la política iniciada con el «gran salto adelante», afirmando expresamente que «el acero y el hierro no pueden volver a tomar la delantera en nuestro país», y por otra acaban de dar un toque de atención respecto a interpretaciones sesgadas sobre lo que significa la autonomía de las empresas respecto a la planificación central.

La tesis actual es que sin administración unificada no habrá economía planificada, y sin esta última no será posible el socialismo.

Según fuentes occidentales, no se observa todavía una decisión clara en las autoridades chinas respecto al modelo económico de los próximos años, y los dirigentes tantean unas y otras posibilidades en un debate que aún no ha finalizado. Las condiciones de vida del pueblo se mantienen en niveles todavía muy modestos, y aunque oficialmente se proclaman ciertos avances en los últimos años, existe preocupación por el cansancio de las luchas de años pasados, la improvisación y la baja productividad. A su vez, los chinos son muy selectivos en sus relaciones económicas con el exterior y, salvo el desarrollo de las referidas a Japón y Estados Unidos, el resto funciona con mucha lentitud.

Archivado En