PAIS VASCO

El PSOE teme que el Metro de Bilbao no sea construido

La actual Consejería de Transportes del Gobierno vasco estaría «a punto de cargarse sutilmente el proyecto del Metro de Bilbao», según la llamada de atención lanzada ayer por el secretario general del PSOE en Vizcaya, Ricardo García Damborenea, que adelantó la intención de su partido de oponerse frontalmente a tal posibilidad y de llevar el tema al Parlamento vasco.

Los primeros estudios sobre el Metro bilbaíno datan de 1972. Seis años habrían de transcurrir antes de que todas las instituciones interesadas -desde la Administración central hasta las corporaciones locales del área del Gra...

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La actual Consejería de Transportes del Gobierno vasco estaría «a punto de cargarse sutilmente el proyecto del Metro de Bilbao», según la llamada de atención lanzada ayer por el secretario general del PSOE en Vizcaya, Ricardo García Damborenea, que adelantó la intención de su partido de oponerse frontalmente a tal posibilidad y de llevar el tema al Parlamento vasco.

Los primeros estudios sobre el Metro bilbaíno datan de 1972. Seis años habrían de transcurrir antes de que todas las instituciones interesadas -desde la Administración central hasta las corporaciones locales del área del Gran Bilbao- se pusieron de acuerdo en torno a un proyecto ultimado por la Consejería de Transportes en la época en que dicha cartera, en el antiguo Consejo General Vasco, era ostentada por Euskadiko Ezkerra, y cuyo importe total era de unos 60.000 millones de pesetas. Tras la constitución del Gobierno monocolor nacionalista, en abril pasado, el nuevo titular encargó un «estudio complementario», aún no terminado, pero cuyas líneas generales adelantó ayer Damborenea.Tal estudio supone, en la práctica, en opinión de los socialistas, una solución no complementaria, sino alternativa, a la aprobada en su día por todas las partes interesadas. El nuevo proyecto, en efecto, supone la sustitución al concepto de «red de Metro», capaz de comunicar entre sí a los principales núcleos urbanos del Gran Bilbao, por el de «Iínea -única- de Metro», que sería el cordón vertebral de un sistema que se complementaría con una red de transportes de superficie. Tal línea transcurriría en torno a la ría del Nervión, sin llegar a los barrios alejados de dicho eje.

Los intereses de Tugbsa -compáñía adjudicataria en régimen de monopolio del transporte municipal de superficie hasta el año 2006- en la sustitución del antiguo proyecto por el ahora en elaboración fueron evocados como una de las posibles claves del cambio de orientación actual. Damborenea recordó, por otra parte, que existen 4.000 millones de pesetas disponibles para iniciar las obras de infraestructura y llamó la atención sobre el interés de iniciar dichas obras antes de que la transferencia de las competencias plenas a la comunidad autónoma en materia de transporte hiciera inviable la posibilidad de acogerse a la ley del Metro de Madrid, fórmula óptima, en su opinión, para garantizar la financiación del proyecto.

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