CASTILLA-LEÓN

Irregularidades en un millar de viviendas protegidas de Valladolid

Tres años después de que entrasen a vivir en ellas sus propietarios, la mayor parte de las 1.200, viviendas de protección oficial construidas por el Ministerio de Obras Públicas y Urbanismo (MOPU) en el barrio vallisoletano de Huerta del Rey presentan graves deficiencias y numerosísimas irregularidades. En muchas de ellas, según han denunciado repetidamente los vecinos, las empresas constructoras (Colominas, Dragados y Construcciones y Constructora Asturiana) no han cumplido los proyectos.«Lo que ya no sabemos», señaló Miguel Angel San José, presidente de la asociación de vecinos Oriente, «es ...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

Tres años después de que entrasen a vivir en ellas sus propietarios, la mayor parte de las 1.200, viviendas de protección oficial construidas por el Ministerio de Obras Públicas y Urbanismo (MOPU) en el barrio vallisoletano de Huerta del Rey presentan graves deficiencias y numerosísimas irregularidades. En muchas de ellas, según han denunciado repetidamente los vecinos, las empresas constructoras (Colominas, Dragados y Construcciones y Constructora Asturiana) no han cumplido los proyectos.«Lo que ya no sabemos», señaló Miguel Angel San José, presidente de la asociación de vecinos Oriente, «es si el MOPU cambió los primitivos proyectos o si fueron las empresas las que no se ajustaron a lo previsto. Desconocemos de quién es la culpa final, pero lo cierto es que las casas están en muy malas condiciones».

Las principales deficiencias afectan fundamentalmente a la parcela 14, compuesta por doscientas viviendas, donde habitan más de un millar de personas. El suministro de agua se interrumpe con relativa frecuencia, debido a la mala instalación de los motores y al estado semirruinoso de la caseta donde se hallan. Esta caseta no tiene desagüe (paradójicamente, se construyó una arqueta ciega, situada además bajo el colector general), lo que motiva frecuentes inundaciones y, por tanto, cortes en el abastecimiento de agua. Uno de los últimos duró diez días.

En las viviendas falta un tabique-sandwich incluido en el proyecto que tenía que ejercer una función de aislante. En su lugar se colocó una simple placa de uralita, que, según los vecinos, «no evita la humedad ni impide la pérdida de calor.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Archivado En