El mongolismo, insuficientemente estudiado en España

El director del centro Príncipe de Asturias, de Baleares, único que en España se dedica exclusivamente a la asistencia de niños mongólicos, señala que «no se puede evaluar resultados concretos de la labor realizada porque todavía es pronto». El doctor Perera Mezquida añadió: «Se advierte que mejoran, pero no podemos aportar más en estos momentos».Este centro presentó en las Jornadas Internacionales sobre el Síndrome de Down, que mañana se clausuran, el programa de tratamiento que sigue, denominado Nimo, vocablo formado por las primeras letras de las palabras niño mongólico. «El p...

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El director del centro Príncipe de Asturias, de Baleares, único que en España se dedica exclusivamente a la asistencia de niños mongólicos, señala que «no se puede evaluar resultados concretos de la labor realizada porque todavía es pronto». El doctor Perera Mezquida añadió: «Se advierte que mejoran, pero no podemos aportar más en estos momentos».Este centro presentó en las Jornadas Internacionales sobre el Síndrome de Down, que mañana se clausuran, el programa de tratamiento que sigue, denominado Nimo, vocablo formado por las primeras letras de las palabras niño mongólico. «El programa es integral», dice el doctor Perera; pero insiste en su imposibilidad de concretar el desarrollo y los resultados finales. El centro, creado hace dos años y medio por una asociación de padres de niños trisómicos, «necesita de más subvenciones de las que ya ha recibido», según su director. Actualmente asiste a cien internos y a unos veinte niños en régimen de ambulatorio.

Un amplio sector de asistentes a las jornadas considera que la aportación española ha reflejado el bajo nivel de investigación y asistencial existente en nuestro país.

De las ponencias extranjeras, además de lo ya publicado (véase EL PAÍS de 19-11-1980), cabe destacar la de Alice H. Haydien, de la Universidad de Washington, quien apuntó datos favorables a la integración de los subnormales en los programas y centros escolares normales, pero con adecuación especial. El coste de un niño en centros especiales supone unos 2.300.000 pesetas al año. «Además», explicó, «los centros especiales aumentan la marginación».

El profesor sueco Alf Hansson afirmó que existe un riesgo considerablemente incrementado de tener un segundo hijo afectado por el síndrome de Down en familias en las que ya hay uno, y que este riesgo de recurrencia aumenta en el caso de madres jóvenes.

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