Los Monarcas españoles inician hoy su viaje oficial a Indonesia

Los Reyes de España, Juan Carlos y Sofía, concluyen hoy su visita oficial a Japón e inician, en Yakarta, su estancia de tres días en Indonesia, país en el que España tiene importantes intereses económicos. La visita a Japón concluyó en la tarde de ayer con una cena que los Reyes ofrecieron a los emperadores, a los príncipes herederos y a los miembros del Gobierno de este país. Con anterioridad, los Monarcas visitaron la reserva imperial de aves, presenciaron una demostración de artes marciales y fueron calurosamente acogidos en la Universidad de Sofía, regentada por jesuitas, y en una de cuyas...

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Los Reyes de España, Juan Carlos y Sofía, concluyen hoy su visita oficial a Japón e inician, en Yakarta, su estancia de tres días en Indonesia, país en el que España tiene importantes intereses económicos. La visita a Japón concluyó en la tarde de ayer con una cena que los Reyes ofrecieron a los emperadores, a los príncipes herederos y a los miembros del Gobierno de este país. Con anterioridad, los Monarcas visitaron la reserva imperial de aves, presenciaron una demostración de artes marciales y fueron calurosamente acogidos en la Universidad de Sofía, regentada por jesuitas, y en una de cuyas facultades se enseña la literatura y el idioma español.

Esta mañana, los Monarcas serán despedidos, en su residencia del palacio de Akasaka, por el emperador Hiro Hito con una ceremonia tan sencilla y emotiva como la de la llegada. A lo largo de todo el viaje por Japón, los actos oficiales, tanto privados como públicos, han estado marcados por una sobriedad que dista mucho de la pompa y los ritos del viejo Japón imperial. El rígido y moderno protocolo en estos viajes de Estado se ha impuesto en este país, lo que constituye todo un contraste con el despliegue exagerado de protocolo con el que se acogen en Madrid a los jefes de Estado de otros países, engalanando la ciudad de banderas y buscando, si el invitado lo merece, los llamados baños de multitudes. Por ello, la simplicidad japonesa puede constituir un ejemplo o una de las conclusiones a adoptar de este visita, que quedará sin protocolo ampliamente emulada en Indonesia, donde se ha preparado un caluroso recibimiento popular a los Monarcas.La segunda conclusión que se obtiene, para el uso interno, está en la necesidad de definir, de una vez para siempre, cuáles son los viajes de Estado y los de Gobierno. El tema, que arrastra desde el inicio de la democracia, ha quedado en franca evidencia durante las escalas en Kuwait y Japón de los Monarcas. En el Emirato, el Rey desempeñó un papel crucial en la consecución de un nuevo contrato de 20.000 barriles de petróleo, lo que ha sido un verdadero éxito en plena crisis y en plena guerra irano-iraquí; en este caso, la presencia del Rey y sus buenas relaciones personales con el emir de Kuwait era casi imprescindible. Sin embargo, en Tokio brillaron por su ausencia el vicepresidente económico del Gobierno o el ministro de Comercio, para evitar así que pudiera surgir en las conversaciones políticas el conflictivo tema del acuerdo comercial hispano-japonés, cuya revisión debe Madrid a Tokio desde el comienzo de los años setenta y aún no se ha cerrado gracias a un hábil y largo racaneo de las autoridades hispanas, que no quieren desarmar sus fronteras más de lo que están, que es casi nada, frente al poderío exportador de los nipones.

Asistencia de empresarios españoles

Se dijo en Tokio que esta era una visita de Estado y no de cuestiones técnicas. Pero he aquí que la parte hispana ha quedado en evidencia ante la masiva presencia de empresarios hispanos de las Cámaras de Comercio y de la patronal CEOE, representados al máximo nivel y llegados a Tokio en plena competencia de unos contra otros para intentar conseguir bajo el manto de la visita real importantes inversiones en España. ¿Visita de Estado o de negocios? Los presidentes de las Cámaras y de la CEOE, Figueras y Ferrer Salat, dicen que desde ahora piensan acudir a los viajes importantes del Rey, y no saben si harán lo mismo en los del presidente Suárez. Argumentan que en Tokio se ha dado este primer paso o iniciativa y señalan que ello es lógico a la vez que recuerdan que los hombres de negocios acompañan siempre al presidente Giscard d'Estaing en sus desplazamientos. Lo que olvidan en este caso es que Giscard ejerce a la vez las funciones de Estado y de Gobierno.

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Por último, hay que destacar como resultados específicos la próxima firma de un acuerdo hispano-nipón de cultura y la iniciativa que el ministro Pérez-Llorca tomó en favor de la incorporación AP de Toyota a Seat, con el fin de sacar de la crisis a la industria hispana del automóvil.

El último programa

En relación con la jornada de ayer, hay que destacar la cariñosa acogida que los alumnos de la Universidad Sofía dispensaron a los Monarcas. La universidad, regida por jesuitas, es una de las primeras en importancia entre las cerca de 380 privadas que existen en este país. En una de sus facultades se enseñan el español y la literatura hispana. Aquí los Monarcas recibieron los elogios y la bienvenida del presidente, el padre español Pittu, y del canciller japonés Yanase.

En el curso del acto en el que don Juan Carlos fue nombrado miembro de honor del claustro de la universidad, una de las clases de la facultad cantó a los Monarcas canciones españolas, como Clavelitos y María Isabel, canciones en cuya interpretación también participaron los Monarcas. En este acto el Rey pronunció unas palabras destacando y agradeciendo a la universidad su labor en la difusión de la lengua y la cultura hispana.

Antes de este acto, que dio paso a la cena con la que los Reyes se despidieron del emperador Hiro Hito y del Gobierno japonés, los Monarcas habían presenciado una demostración de artes marciales en las que don Juan Carlos es un experto. Por la mañana los Monarcas participaron en una cacería, con red, de patos de la reserva imperial, que luego soltaron ellos mismos.

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