Policia: ¿qué hay debajo?
El conflicto que enfrenta estos días a las autoridades del Ministerio del Interior con un grupo de inspectores evidencia la inestabilidad en quese mueve el mundo sindical de los policías, dividido, a su vez, en dos centrales de ideario bien distinto.Pero, sobre todo, pone de relieve la existencia en el Cuerpo Superior de Policía de reductos todavía aferrados a vivencias pasadas o, al parecer, deseosos de otras realidades en niaestra empresa colectiva.
Nosotros no admitimos las tesis de quienes propugnan que el policía no debe pensar, que debe ser lo más parecido a un frío robot. Pero no...
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El conflicto que enfrenta estos días a las autoridades del Ministerio del Interior con un grupo de inspectores evidencia la inestabilidad en quese mueve el mundo sindical de los policías, dividido, a su vez, en dos centrales de ideario bien distinto.Pero, sobre todo, pone de relieve la existencia en el Cuerpo Superior de Policía de reductos todavía aferrados a vivencias pasadas o, al parecer, deseosos de otras realidades en niaestra empresa colectiva.
Nosotros no admitimos las tesis de quienes propugnan que el policía no debe pensar, que debe ser lo más parecido a un frío robot. Pero no podemos dejar de lamentar que los esfuerzos por integrar a toda la policía en la ilusión de constituir el nuevo orden social sufra estos fracasos parciales tan lamentables.
Porque lo más grave de este conflicto es esa especie de repulsa y crítica al actual sistema que se adivina bajo las declaraciones de unos policías que son capaces de aceptar la sugerencia -¡y lo dicen incluso en nota escrita!- de un referéndum en el País Vasco sobre ETA y la Constitución.
La autoridad que ha ejercido el Ministerio del Interior, dando muestras de la energía que requieren algunas situaciones, no parece el remedio suficiente. Hay que ver qué se esconde debajo de esas actitudes. Desgraciadamente, parece que todavía hay mucha tela que cortar en algunos colectivos. Y no se puede vivir en la incertidumbre permanente, sin saber de verdad si toda la policía sintoniza con el objetivo buscado mayoritariamente por la sociedad española.
21 de octubre