Veinte millones de mujeres en el mundo sufren mutilaciones sexuales

Veinte millones de mujeres en todo mundo, especialmente en el continente africano, sufren mutilaciones sexuales mediante prácticas que suponen una «barbarie intolerable», según hizo público en Bruselas Claude Cheysson portavoz de la Comisión Europea, órgano ejecutivo de la Comunidad Económica Europea (CEE), ante el Parlamento Europeo. Este órgano ha hecho públicas una serie denuncias, entre las que figura la de Vera Squarcialupi, representante comunista italiana, quien precisó que algunas de las mutilaciones se realizan «con cuchillos sucios o con brasas de carbón, porque así lo ordenan los ho...

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Veinte millones de mujeres en todo mundo, especialmente en el continente africano, sufren mutilaciones sexuales mediante prácticas que suponen una «barbarie intolerable», según hizo público en Bruselas Claude Cheysson portavoz de la Comisión Europea, órgano ejecutivo de la Comunidad Económica Europea (CEE), ante el Parlamento Europeo. Este órgano ha hecho públicas una serie denuncias, entre las que figura la de Vera Squarcialupi, representante comunista italiana, quien precisó que algunas de las mutilaciones se realizan «con cuchillos sucios o con brasas de carbón, porque así lo ordenan los hombres y la sociedad».Estas prácticas rituales tienen por misión «convertir a las mujeres en obedientes esposas mediante la amputación del clítoris, que elimina la posibilidad de placer durante acto sexual». La representante italiana denunció también la práctica de la infibulación, «costura del órgano sexual con hilo o espinas de acacia, que se sigue practicando en treinta países de Africa, incluso con la ayuda económica de la CEE al hospital de Mogadiscio»

La Comisión de los Derechos de Mujer, que reiteró muchas de las denuncias planteadas en la Conferencia de la Mujer, celebrada en Copenhague a principios de verano insistió en la necesidad de «reprimir sistemáticamente la prostitución y el proxenetismo, así como investigar las redes europeas de trata de blancas».

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