Cartas al director

Los hechos de Guatemala

En EL PAIS del viernes 26 de los corrientes, en el artículo titulado Represión y guerrillas, único diálogo de la política guatemalteca, que firma Carlos María Gutiérrez, se ponen en boca del militar guatemalteco mayor Rolando Archila unas afirmaciones totalmente insostenibles, que falsean la verdad de lo sucedido en la Embajada de España en Guatemala el pasado 31 de enero y afectan al buen nombre del embajador Máximo Cajal, a quien el Gobierno español ha respaldado incondicionalmente por su actuación en tan trágicos momentos.Las declaraciones del mayor Archila se inscriben en el ...

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En EL PAIS del viernes 26 de los corrientes, en el artículo titulado Represión y guerrillas, único diálogo de la política guatemalteca, que firma Carlos María Gutiérrez, se ponen en boca del militar guatemalteco mayor Rolando Archila unas afirmaciones totalmente insostenibles, que falsean la verdad de lo sucedido en la Embajada de España en Guatemala el pasado 31 de enero y afectan al buen nombre del embajador Máximo Cajal, a quien el Gobierno español ha respaldado incondicionalmente por su actuación en tan trágicos momentos.Las declaraciones del mayor Archila se inscriben en el marco de una campaña cuyo único fin es ocultar a los auténticos responsables de lo acontecido y eximirles de sus responsabilidades. Ello no podrán conseguirlo nunca, pues siempre permanecerá el hecho de que los cuerpos de seguridad guatemaltecos entraron en la Embajada de España en contra de la voluntad expresa del Gobierno español, reiteradamente manifestada tanto por su embajador en Guatemala como por su ministro de Asuntos Exteriores, cometiendo así una gravísima violación del derecho internacional y dando lugar a la trágica pérdida de vidas humanas de todos conocida.

Hasta la fecha, el Gobierno de Guatemala no ha realizado la investigación exhaustiva que se le había solicitado, no ha reconocido su responsabilidad por el deplorable asalto ni ha ofrecido reparaciones por los daños causados a las vidas y haciendas del personal que trabajaba en la representación diplomática española. Esta es la causa de que continúen interrumpidas las relaciones diplomáticas entre Guatemala y España.El embajador Máximo Cajal, cuya actuación el Gobierno español considera correcta, responsable y adecuada a las circunstancias, no fue el único superviviente, como afirma el autor del artículo. Salvaron la vida otras dos personas. Una de ellas, Gregorio Ytijá, ocupante de la embajada y, por tanto, testigo excepcional y directo de lo ocurrido, fue secuestrado del hospital en que estaba internado alrededor de las 8.30 de la mañana del día siguiente (1 de febrero). Sus secuestradores fueron elementos «desconocidos», que intentaron también penetrar en la habitación del embajador Cajal, impidiéndolo otro embajador de un país amigo, que casualmente se encontraba en el lugar de los hechos.

Finalmente, y sin. que hubieran transcurrido 48 horas, Gregorio Yujá apareció asesinado en el campus de la Universidad de San Carlos, de Guatemala./ Director general de la oficina de Información Diplomática.

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