La crisis político-social en Polonia

Posturas encontradas en el comité de huelga

«Me alegra que el Comité de Huelga Interempresas (MKS) no quiera disminuir la posición del POUP». Estas palabra, pronunciadas por el viceprimer ministro, Mieczyslaw Jagielski, en la reunión del sábado, antes del pleno del comité central del partido comunista, pareció ser un revulsivo para que a lo largo de la noche, una vez firmados los dos puntos más importantes del acuerdo -organizaciones sindicales libres y derecho de huelga-, las posiciones en el interior del MKS reflejaran nítidamente ciertas posiciones enfrentadas.

Las dos posiciones predominantes en el comité de huelga son, f...

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«Me alegra que el Comité de Huelga Interempresas (MKS) no quiera disminuir la posición del POUP». Estas palabra, pronunciadas por el viceprimer ministro, Mieczyslaw Jagielski, en la reunión del sábado, antes del pleno del comité central del partido comunista, pareció ser un revulsivo para que a lo largo de la noche, una vez firmados los dos puntos más importantes del acuerdo -organizaciones sindicales libres y derecho de huelga-, las posiciones en el interior del MKS reflejaran nítidamente ciertas posiciones enfrentadas.

Las dos posiciones predominantes en el comité de huelga son, fundamentalmente, el «moderantismo», representado por el líder, siempre indiscutible, del movimiento, Lech Walesa, y el representante de una postura más radical en la lucha contra el régimen, Andrzej Molodziej, que dirige el comité de huelga de los astilleros La Comuna de París, de la ciudad de Gdynia.

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El enfrentamiento llegó en relación con la definición de una postura política frente al tema de los detenidos políticos y la forma de su puesta en libertad.

Mientras Walesa declaró que «no deseaba oír hablar del Comité de Autodefensa Obrera (KOR) en la sala de reuniones», pero especificando que debían ser puestos en libertad todos los detenidos políticos por su condición de tales, y no por pertenencia a uno u otro grupo, Molodziej mantenía que el sindicalismo autónomo logrado era la base perfecta para emprender una lucha política. Frente a la moderada frase de Walesa a Jagielski -«Por favor, pare las detenciones; esa gente no ha hecho nada malo»-, el líder de Gdynia insistía en la inmediata liberación y proseguir las reivindicaciones por la vía del enfrentamiento político abierto.

Al final se pactó la exigencia de poner en libertad a todos los presos políticos como condición indispensable para la firma del acuerdo y..., de momento, la lucha política se paralizaría.

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