Atanasio Corte,

consejero de Cultura, y otros miembros del Consejo Regional Asturiano, comprará una pareja de asturcones (caballos milenarios, considerados hasta la cristianización animales sagrados por los cántabros y astures, como premio a su utilidad en la paz y en la guerra) para su entrega al Príncipe de Asturias. El ente preautonómico hará este obsequio al príncipe Felipe con motivo de su próxima visita a esta región. La raza de los asturcones se encuentra en trance de extinción, motivo por el que ha sido creada recientemente una asociación dedicada a promover su conservación. Los asturcones fuer...

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consejero de Cultura, y otros miembros del Consejo Regional Asturiano, comprará una pareja de asturcones (caballos milenarios, considerados hasta la cristianización animales sagrados por los cántabros y astures, como premio a su utilidad en la paz y en la guerra) para su entrega al Príncipe de Asturias. El ente preautonómico hará este obsequio al príncipe Felipe con motivo de su próxima visita a esta región. La raza de los asturcones se encuentra en trance de extinción, motivo por el que ha sido creada recientemente una asociación dedicada a promover su conservación. Los asturcones fueron valiosos colaboradores por la seguridad y comodidad que daban a sus jinetes en las laderas pendientes y accidentadas durante la lucha que mantuvieron durante cien años los astures contra el Ejército romano. Según algunos historiadores romanos, los astures sacrificaban los caballos en las noches de plenilunio como ofrenda a los dioses de la guerra y bebían su sangre para adquirir sus virtudes más admiradas: la resistencia, la dureza, la velocidad y el valor. Estos animales se crían en el suave sistema montañoso situado al norte de Asturias, desde cuyas cumbres puede contemplarse la costa comprendida entre Ribadesella y Santander.

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