Kissinger levantó las iras de los moderados

«No he venido aquí para buscar trabajo», declaró, sonriente, el doctor Henry Kissinger, en el curso de una conferencia de prensa en Detroit, celebrada con un ambiente digno de los mejores tiempos del ex responsable de la política exterior norteamericana, durante las administraciones de los presidentes republicanos Rilchard Nixon y Gerald Ford.Ante decenas de periodistas y cámaras de televisión, Kissinger evitó entrar en consideraciones incisas sobre el programa de política exterior de la plataforma conservadora. Consideró que Reagan será el nuevo presidente de EE UU, «responsable y prudente» e...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

«No he venido aquí para buscar trabajo», declaró, sonriente, el doctor Henry Kissinger, en el curso de una conferencia de prensa en Detroit, celebrada con un ambiente digno de los mejores tiempos del ex responsable de la política exterior norteamericana, durante las administraciones de los presidentes republicanos Rilchard Nixon y Gerald Ford.Ante decenas de periodistas y cámaras de televisión, Kissinger evitó entrar en consideraciones incisas sobre el programa de política exterior de la plataforma conservadora. Consideró que Reagan será el nuevo presidente de EE UU, «responsable y prudente» en momentos de crisis y con un programa de política exterior «compatible con mis puntos de vista», afirmó Kissinger. Responsable y prudente, «pero con firme determinación», corrigió Kissinger, «para detener el expansionismo soviético».

Más información

Ronald Reagan se entrevistó con Henry Kissinger durante la mañana de ayer. Kissinger habló también ante la convención republicana, levantando las iras de los conservadores republicanos. «Todos los males actuales de la política exterior de EE UU comenzaron en tiempos de Kissinger, con su estrategia de distensión con la URSS, el sacrificio de la seguridad norteamericana a las negociaciones SALT II y el inicio de relaciones con China Popular, en deterioro de la seguridad para Taiwan», dicen los detractores republicanos de Kissinger, temerosos de que en caso de una victoria de Reagan, el «viejo mago» de la política exterior estadounidense, Kissinger, vuelva a ocupar un puesto decisivo en la Administración republicana.

«Reagan presidente, III guerra mundial en 1981 » era uno de los eslóganes que figuraban en una mínima manifestación de partidos marginales de la izquierda norteamericana, que ayer protestaron ante el auditorio Joe Louis Arena, en Detroit. Naturalmente, Kissinger no cree que el «radicalismo», un tanto electoralista, de Reagan ante la URSS, Cuba, el canal de Panamá o la China de Taiwan llegue hasta llevar el tema a las armas.

Si puede esperarse un endurecimiento de las posturas de Washington en materia de política exterior, sobre todo en apoyo a regímenes dictatoriales, «pero aliados seguros» en países en vías de desarrollo.

Conocer lo que pasa fuera, es entender lo que pasará dentro, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

Archivado En