El Gobierno estaba informado de los entrenamientos de la futura policía vasca

La información publicada el pasado domingo por el diario bilbaíno El Correo Español-El Pueblo Vasco, en la que se afirmaba, con lujo de detalles, que en el pueblo alavés de Berroci están siendo preparados, por miembros de las fuerzas especiales de seguridad británicas, veinticinco jóvenes destinados a constituir un cuerpo de seguridad de las instituciones vascas, ha provocado un auténtico revuelo en los medios políticos vascos. Mientras en el seno del Gobierno, la filtración ha provocado nerviosismo, malestar y un claro mutismo («sin comentarios», era la frase repetida), parlamentarios del PSO...

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La información publicada el pasado domingo por el diario bilbaíno El Correo Español-El Pueblo Vasco, en la que se afirmaba, con lujo de detalles, que en el pueblo alavés de Berroci están siendo preparados, por miembros de las fuerzas especiales de seguridad británicas, veinticinco jóvenes destinados a constituir un cuerpo de seguridad de las instituciones vascas, ha provocado un auténtico revuelo en los medios políticos vascos. Mientras en el seno del Gobierno, la filtración ha provocado nerviosismo, malestar y un claro mutismo («sin comentarios», era la frase repetida), parlamentarios del PSOE se desplazaron ayer a la localidad alavesa para tratar de confirmar en el sitio la noticia.

Fuentes de toda solvencia del Gobierno vasco comentarían, sin embargo, a EL PAIS que «aunque el fondo de la información es cierta, existe una serie de detalles y aspectos en torno a la misma que se han inventado o falseado». Coincidía en esta apreciación un portavoz del Ministerio del Interior español, que declaró a nuestro periódico, que el Gobierno «estaba perfectamente informado» de la existencia del campo de entrenamiento de Berroci y del proyecto del Gobierno vasco de preparar un cuerpo de seguridad de élite.En la mencionada información, obtenida y elaborada por la redacción en Vitoria de El Correo Español, se señalaba que el proceso de instrucción de los veinticinco jóvenes destinados a constituir el cuerpo especial de seguridad del Gobierno vasco se había iniciado hace una semana en Berroci, un pequeño pueblo alavés, abandonado y de difícil acceso, que había sido adquirido a tal efecto por la Diputación Foral de Alava, que habría pagado doscientos millones a su único propietario. Se indicaba que los veinticinco jóvenes habían sido seleccionados tras superar previamente pruebas de tipo psicotécnico en Bilbao y exámenes físicos en un campo de deportes cercano a Vitoria. Según la citada información, la mayoría de los jóvenes son vizcaínos, tienen edades comprendidas entre los veinte y treinta años, poseen un nivel cultural alto y «no todos son del PNV».

La «durísima instrucción, destinada a cuerpos especiales» que reciben los mencionados jóvenes en Berroci es dirígida por cinco monitores ingleses, encargados también de dirigir la construcción y habilitación de los barracones y anexos que aquéllos han de ocupar. En torno a estos instructores se afirma que todos ellos son de mediana edad, complexión atlética, que llegaron hace un mes al aeropuerto de Sondica y «podrían ser oficiales de las fuerzas especiales de seguridad británicas solicitados por autoridades de la Consejería de Interior del Gobierno vasco, para poner en marcha su propio cuerpo de seguridad».

Se indicaba también en la mencionada información que la instrucción de los veinticinco jóvenes se inició el 4 de julio y consistía en técnicas de endurecimiento y defensa personal «mucho más duras que las de la Guardia Civil o la policía». Asimismo se señalaba que en los entrenamientos todavía no se utilizaban armas de fuego, pero se añadía «que los permisos necesarios para la posesión de armas cortas se estaban tramitando».

En el contexto de la información se afirmaba que el Gobierno español conoce la existencia del campo de entrenamiento y el proyecto del Gobierno vasco».

Este extremo fue confirmado ayer a este periódico por fuentes competentes del Ministerio del Interior, que indicaron, sin embargo, que se había tergiversado la realidad en una serie de puntos fundamentales de la información. En este sentido señalaba la misma fuente que lo que se estaba instruyendo en Berroci sería un cuerpo de élite de seguridad y no un cuerpo de acción del tipo de las UAR o GEOS. Según el portavoz del Ministerio del Interior los monitores no pertenecen a los servicios de seguridad británicos, sino que son profesionales de una empresa de seguridad de ese país, seleccionada entre otras muchas para realizar la tarea encomendada. Remachando esta afirmación, una fuente competente de la Administración reconoció ayer que a su debido tiempo el Ministerio de Comercio autorizó a representantes del Gobierno vasco a pagar en divisas a los británicos.

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Estos datos, procedentes de la Administración, fueron ayer corisiderados como «exactos» por un portavoz del Gobierno vasco. Este, aunque en principio eludió cualquier explicación sobre el tema con repetidos «No hay comentarios que hacer», finalmente acabó declarando que, contra lo que se afirma en El Correo Español, el período de instrucción no se ha iniciado y que no existe uno, sino varios grupos de veinticinco jóvenes dispuestos a ser instruidos. Declinó la fuente precisar sobre el carácter exacto del cuerpo que va a crear el Gobierno vasco, aunque insinuó la posibilidad de que ese primer contingente de hombres podría ser destinado en principio a funciones de protección y seguridad de las instituciones autónomas.

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