Escasos incidentes en la manifestación del PSOE y el PCE contra el terrorismo

Alrededor de 5.000 personas (el Gobierno Civil de Vizcaya daba una cifra de 7.000, y los organizadores, 15.000) participaron ayer tarde en Bilbao en una manifestación que, con el lema «Euskadi en solidaridad y contra el terrorismo» habían convocado el EPK-PC y PSE-PSOE.

Aunque algunos grupos poco numerosos de jóvenes intentaron «reventar» la manifestación en varios puntos -fundamentalmente al final del itinerario-, el servicio de orden y los propios manifestantes, con una destacable prudencia y contención, evitaron que se produjeran incidentes de importancia. «Hoy el terrorismo tiene no...

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Alrededor de 5.000 personas (el Gobierno Civil de Vizcaya daba una cifra de 7.000, y los organizadores, 15.000) participaron ayer tarde en Bilbao en una manifestación que, con el lema «Euskadi en solidaridad y contra el terrorismo» habían convocado el EPK-PC y PSE-PSOE.

Aunque algunos grupos poco numerosos de jóvenes intentaron «reventar» la manifestación en varios puntos -fundamentalmente al final del itinerario-, el servicio de orden y los propios manifestantes, con una destacable prudencia y contención, evitaron que se produjeran incidentes de importancia. «Hoy el terrorismo tiene nombres vascos, pero su carácter y sus perturbadores intereses nada tienen que ver con la pasión de libertad y de justicia que siempre ha sido tradicional en Euskadi», diría al final del acto Ramón Rubial.La manifestación se inició a las ocho de la tarde, con media hora de retraso sobre el horario previsto. En cabeza de la misma y tras una pancarta en la que se leía el eslogan ya mencionado se situaron dirigentes de los partidos convocantes, destacando entre ellos la presencia de Roberto Lertxundi, Tomás Lueros, Ramón Ormazábal (secretarios generales del PC y CC OO de Euskadi y presidente del mismo, respectivamente), Txiki Benegas, Ramón Rubial, Nicolás Redondo, Luis Yáñez, Manuel Chaves (secretario general y presidente del PSOE y parlamentarios del mismo partido), alcaldes de Málaga, Alicante y Marbella -socialistas- y dos diputados comunistas de aquellas provincias.

Incidentes aislados se producirían al comienzo, cuando Enrique Múgica se incorporaba a la cabeza y fue insultado por jóvenes situados en las aceras, que le llamaron «españolista». Cuando la manifestación había recorrido medio centenar de metros un grupo de unas veinte personas empezó a increpar a los manifestantes con gritos de «Vosotros, fascistas, sois los terroristas», «Gora ETA Militar» y «Presoak kalera». Aquellos respondían con las consignas que se les habían entregado en un folio, «Contra el terrorismo, solidaridad», «Euskadi, libre, solidaria y en paz», «Andalucía, País Valenciano, solidaridad», que repitieron insistentemente durante todo el itinerario. Los eslóganes más coreados surgieron quizá de forma espontánea: «Vida, sí; muerte, no», «Contra el terrorismo, lucha obrera», «Contra el terrorismo, movilización».

Los momentos de máxima tensión se produjeron cuando la manifestación llegaba al paseo del Arenal, donde debía concluir el acto. Alrededor de ochocientas personas, repartidas a ambos lados de la calzada, volvieron a enfrentarse a los manifestantes con gritos de «ETA, ETA, ETA» y «Presoak kalera». Aquéllos respondieron con más fuerza, y con los puños dirigidos hacia los contramanifestantes, las consignas antes mencionadas contra el terrorismo (aunque en ninguna de ellas se incluía el nombre concreto de ETA). Al final del acto, y cuando la lluvia arreciaba, algunos jóvenes enmascarados arrojaron tres cócteles molotov a los pies de un grupo de los concentrados. Un militante del PCE sufrió quemaduras en una pierna. Antes, la diputada foral por Vizcaya Ana Ariz, socialista, fue herida en la boca con una botella lanzada por los contramanifestantes.

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