Estado de emergencia en El Salvador para frenar la huelga general

La Junta de Gobierno salvadoreña declaró ayer a El Salvador en estado de «emergencia nacional» y ordenó la requisa de los servicios públicos afectados por una huelga general. Para justificar su decisión, el Gobierno dijo que las huelgas tienen «carácter político y no laboral» y que, por tanto, exigían tratamiento político.La Junta anunció que tomará «drásticas medidas» para impedir la progresión del movimiento huelguístico que se registra en el país, «cuyo objetivo es paralizar la economía nacional». La advertencia gubernamental hace temer a los observadores que el Ejército y la policía in...

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La Junta de Gobierno salvadoreña declaró ayer a El Salvador en estado de «emergencia nacional» y ordenó la requisa de los servicios públicos afectados por una huelga general. Para justificar su decisión, el Gobierno dijo que las huelgas tienen «carácter político y no laboral» y que, por tanto, exigían tratamiento político.La Junta anunció que tomará «drásticas medidas» para impedir la progresión del movimiento huelguístico que se registra en el país, «cuyo objetivo es paralizar la economía nacional». La advertencia gubernamental hace temer a los observadores que el Ejército y la policía intervengan en los centros de trabajo donde se realizan las huelgas, con la inmediata secuela de enfrentamientos sangrientos.

Para el día 15 de este mes está prevista una huelga general, a la que se han sumado las tres agrupaciones sindicales más importantes de El Salvador. Dicho paro nacional es la culminación de la estrategia de «huelgas escalonadas», que se han sucedido en el país con el objeto de calibrar el respaldo popular a las decisiones del Frente Democrático Revolucionario (FDR) y la Coordinadora Revolucionaria de Masas (CRM).

A los sectores actualmente en paro (estibadores, trabajadores del ferrocarril, médicos, chóferes de transportes urbanos) se unirán hoy 18.000 maestros que protestan por el asesinato, a finales de la pasada semana, de tres de sus compañeros, y por la detención del dirigente de las Fuerzas Populares de Liberación (FPL) y ex ministro de Educación, Salvador Zamayoa.

La violencia, entre tanto, no cesa. En su homilía dominical, el administrador de la diócesis de San Salvador, monseñor Rivera, dijo que, según sus informes, 164 personas habían muerto en la última semana en episodios violentos. El prelado fustigó duramente al Ejército. salvadoreño como responsable de muchos de aquellos actos de violencia. La Comisión de Derechos Humanos de El Salvador, por su parte, aseguró que las víctimas de la represión en los últimos siete días habían sido doscientas.

Por otra parte, una delegación del Frente Democrático Revolucionario salvadoreño llegó el pasado domingo a Madrid, para mantener contactos con los principales partidos políticos y organizaciones sindicales españolas. La delegación está compuesta por el socialdemócrata Héctor Oquelli, Salvador Arias, Fabio Castillo y Farik Handal, de la Coordinadora Revolucionaria de Masas, y el dirigente democristiano Martel.

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