Declaración judicial de "insolvencia provisional" para Olarra

El juzgado número 2 de Bilbao ha declarado, once meses después de la solicitud de suspensión de pagos presentada por la propia empresa, «insolvencia provisional» de Olarra, SA. El auto judicial concede a la empresa, que ocupa a unos 2.000 trabajadores, un plazo máximo de cuatro meses para presentar una propuesta de convenio a los acreedores.La solicitud de suspensión de pagos fue presentada el pasado 4 de julio. Según explicó el presidente del consejo de administración, el ex senador real Luis Olarra, ante la junta extraordinaria convocada poco después de la solicitud, la empresa se vio obliga...

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El juzgado número 2 de Bilbao ha declarado, once meses después de la solicitud de suspensión de pagos presentada por la propia empresa, «insolvencia provisional» de Olarra, SA. El auto judicial concede a la empresa, que ocupa a unos 2.000 trabajadores, un plazo máximo de cuatro meses para presentar una propuesta de convenio a los acreedores.La solicitud de suspensión de pagos fue presentada el pasado 4 de julio. Según explicó el presidente del consejo de administración, el ex senador real Luis Olarra, ante la junta extraordinaria convocada poco después de la solicitud, la empresa se vio obligada a ir a la suspensión ante el ejecutivo presentado por la caja de ahorros municipal por el impago de un crédito de cincuenta millones de pesetas, avalado personalmente por el propio Luis Olarra y su hermano Miguel. Sin embargo, del balance presentado a la junta ordinaria, celebrada apenas quince días antes de la solicitud de suspensión de pagos, se deducía la existencia de deudas exigibles a corto plazo por un importe próximo a los 4.000 millones de pesetas. La mayoría de ellas relacionadas, al parecer, con operaciones de compra de materias primas a diversos proveedores extranjeros.

Luis Olarra expresó, sin embargo, su esperanza de que la situación podría regularizarse a comienzos de 1980, en particular por las favorables expectativas exportadoras que cabía razonablemente deducir de la liberación del comercio exterior en Estados Unidos. Cabe recordar que de los 5.800 millones de pesetas facturados por Olarra, SA, en el ejercicio de 1978, más de 4.000 millones correspondieron a operaciones de exportación de aceros especiales a EE UU y varios países del Mercado Común Europeo.

En el momento de presentación de la solicitud de suspensión de pagos, el pasivo era de 7.600 millones de pesetas, frente a un activo de 11.500 millones. En el ejercicio de 1978, las pérdidas alcanzaron los trescientos millones de pesetas. De entre los bancos acreedores a medio o largo plazo destacan el Español de Crédito, Bankunión, Vizcaya, Hispano Americano y Exterior de España. A este último se adeudan 330 millones de pesetas.

Fuentes de la dirección comercial de Olarra indicaron ayer a EL PAIS que el acuerdo con los bancos acreedores está muy avanzado y que esperan que la suspensión pueda levantarse en un plazo corto. Respecto a la evolución comercial, las mismas fuentes indicaron que desde el levantamiento, en febrero pasado, de las limitaciones americanas a la importación de aceros, Olarra viene facturando del orden de seiscientos millones de pesetas mensuales.

Esta tendencia positiva se ve, sin embargo, parcialmente contrarrestada por la baja de la demanda interior, debida fundamentalmente a la agudización de la crisis en el sector del automóvil.

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