Escalada de violencia "ultra"

La policía cree haber desmantelado una parte del aparato militar de la extrema derecha

Una espectacular operación policial conjunta en Madrid y otras ciudades españolas, ordenada directamente por el ministro del Interior, Juan José Rosón, dio como resultado, hasta primeras horas de la noche de ayer, la detención de más de veinte personas presuntamente relacionadas con el asalto al bar San Bao, llevado a cabo anteanoche por una banda armada fascista. Según una alta autoridad policial, existen sospechas fundadas de que entre los aprehendidos pudieran encontrarse algunos de los asaltantes al bar de la calle de Arturo Soria, cuyo saldo fue de un muerto y dos heridos menos graves. La...

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Una espectacular operación policial conjunta en Madrid y otras ciudades españolas, ordenada directamente por el ministro del Interior, Juan José Rosón, dio como resultado, hasta primeras horas de la noche de ayer, la detención de más de veinte personas presuntamente relacionadas con el asalto al bar San Bao, llevado a cabo anteanoche por una banda armada fascista. Según una alta autoridad policial, existen sospechas fundadas de que entre los aprehendidos pudieran encontrarse algunos de los asaltantes al bar de la calle de Arturo Soria, cuyo saldo fue de un muerto y dos heridos menos graves. La policía ha localizado también en San Lorenzo de El Escorial dos armas que pudieran tener relación con el caso, aunque este extremo no ha sido confirmado.

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Según el mismo portavoz, se maneja como hipótesis muy probable que los autores del asalto al bar San Bao pudieran estar relacionados con el asesinato, hace unos días, del líder vecinal madrileño Arturo Pajuelo y con el asalto a la facultad de Derecho de la Universidad Complutense, de Madrid.Por el momento, no se han facilitado los nombres de los detenidos, para no entorpecer la investigación policial, la cual, según el gobernador civil en funciones de Madrid, Javier Minondo, se halla muy avanzada, y se tienen indicios razonables de que no sólo se puede resolver el caso San Bao en un breve período de tiempo, «sino que se habrá asestado un golpe importante a la estructura de los grupos armados de extrema derecha en Madrid y su provincia».

Según fuentes responsables, los espectaculares resultados alcanzados en menos de veinticuatro horas se deben a que la policía tenía muy avanzada una investigación exhaustiva de todos los grupos armados de extrema derecha, investigación que ordenó efectuar en todo el territorio nacional Juan José Rosón apenas tomó posesión como nuevo ministro del Interior, el pasado 2 de mayo, fecha que coincidió con la muerte de Arturo Pajuelo.

En esta ocasión, la buena coordinación entre la policía y el poder judicial se alió favorablemente con la investigación, ya que una hora después de conocerse la noticia del asalto del bar San Bao los servicios policiales disponían de todos los mandamientos judiciales que consideraron oportunos para hacer una de las mayores redadas de los últimos tiempos. La operación se prolongó durante toda la noche y todo el día de ayer, y la mayoría de los detenidos lo fueron en sus domicilios.

Veinte fugados de sus domicilios

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La nómina de los detenidos pudo haberse duplicado de no haber sido porque al menos veinte jóvenes ultraderechistas se encontraban huidos de sus domicilios. Los distintos efectivos policiales registraron igualmente, también con mandamiento judicial, varios locales de partidos y organizaciones de extrema derecha, cuyos nombres no fueron hechos públicos, y locales frecuentados por ultras.

Se sabe que a alguno de los detenidos se le han ocupado armas de fuego, armas blancas y otras similares, aunque no se sabe su número exacto. Entre estos últimos se encuentra el joven de diecisiete años J. F. L. R., detenido en San Lorenzo de El Escorial cuando portaba dos pistolas. Según sus primeras declaraciones a la Guardia Civil, el joven no pensaba realizar ningún atentado, sino simplemente esconder las armas. Expertos en balística examinaban anoche si estas armas pudieron ser las que fueron disparadas en el bar San Bao.

La detención de este joven se produjo de forma casual, ya que la reina Sofía había acudido a la localidad madrileña (véase información en página 37) y aquél se encontró envuelto en medio de un fuerte dispositivo policial.

Las armas que portaba el detenido, según fuentes solventes, guardadas en una caja de zapatos dentro de una bolsa de deporte, eran una pistola Astra de nueve milímetros y un revólver FN calibre 32.

También se ha podido saber que los veinte agresores del establecimiento portaban al menos dos o tres cuchillos, varias cadenas y algún otro objeto contundente

Las autoridades policiales consultadas anoche por EL PAIS mostraban un optimismo más que notable en torno a las investigaciones. La principal dificultad con la que, al parecer, se están tropezando es la falta de correspondencia entre la actuación de los grupos armados y las organizaciones de extrema derecha presuntamente implicadas, de forma que, según los especialistas, en golpes determinados pueden actuar activistas de varios grupos mezclados entre sí. «El único denominador común de estos comandos es la violencia y puede ocurrir que en muchas ocasiones hayan actuado de forma espontánea. Sí se puede afirmar en cambio, según se está demostrando a lo largo de esta investigación, que existe un mayor número de personas vinculadas a Fuerza Joven y a Fuerza Nueva», manifestó a EL PAIS un mando policial.

Según noticias fidedignas, la policía cuenta con la colaboración de varios testigos presenciales. Los testigos han examinado numerosas fotografías de personas de extrema derecha. Al menos unas veinte personas han declarado en la Jefatura Superior de Policía, lo que contrasta con la casi nula colaboración de los posibles testigos del asesinato de Arturo Pajuelo.

A todos los detenidos se les aplicará la ley Antiterrorista.

Hoy será enterrado Juan Carlos García

Por otra parte, a la 1.30 de la tarde de hoy se celebrará el entierro del joven Juan Carlos García, que saldrá desde el Instituto Anatómico Forense. Anoche se le había realizado ya la autopsia, aunque no había trascendido nada sobre las características de las dos balas recibidas por el difunto.

En cuanto a los otros dos heridos por arma de fuego, Ramón Carlos Bonal y Vicente Seoane, su estado evolucionó favorablemente durante todo el día de ayer y se encontraban fuera de todo peligro.

Juan Carlos García, natural y vecino de Madrid, de veinte años, estaba realizando el servicio militar como voluntario en la Escuela Superior del Ejército, donde su padre trabajaba en la imprenta.

El joven difunto tendrá un entierro militar, siguiendo la tradición de todos aquellos soldados que mueren durante su tiempo de servicio.

En este sentido, el Cuartel General del Ejército del Aire hizo pública una nota oficial en la que se explica que si se efectuó el traslado del cuerpo al Instituto Anatómico Forense fue porque así lo dispuso el magistrado juez de instrucción.

El comunicado oficial afirma igualmente que tanto las heridas causadas al fallecido como a los dos heridos se produjeron en el curso de una riña.

Concentración ante el bar

La policía disolvió sobre las siete de la tarde de ayer una concentración de unos treinta jóvenes que se encontraban delante del bar San Bao para rendir un homenaje póstumo a Juan Carlos García. La orden se produjo después de que los concentrados gritaran contra los ocupantes de un camión que, protegidos por la policía y durante unos minutos, se dedicaron a tachar algunas de las pintadas de protesta hechas sobre el tema en la acera situada frente al bar.

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