La clave de la crisis

(...) Políticamente, el juicio sobre la crisis va a estar ligado a la interpretación de la permanencia del señor Abril como continuidad de un estilo de gobierno que se considera inadecuado a la gravedad de las circunstancias y al desencanto creciente del país. Pero en este caso la respuesta no la puede dar el simple cambio de ministros, por acertado que sea, ni la habría dado siquiera el relevo del señor Abril, puesto que afecta al deterioro de la imagen misma del Gobierno y es su presidente quien debe rehacer esa imagen. Ocasión fiene en el próximo debate político del Congreso para probar su ...

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(...) Políticamente, el juicio sobre la crisis va a estar ligado a la interpretación de la permanencia del señor Abril como continuidad de un estilo de gobierno que se considera inadecuado a la gravedad de las circunstancias y al desencanto creciente del país. Pero en este caso la respuesta no la puede dar el simple cambio de ministros, por acertado que sea, ni la habría dado siquiera el relevo del señor Abril, puesto que afecta al deterioro de la imagen misma del Gobierno y es su presidente quien debe rehacer esa imagen. Ocasión fiene en el próximo debate político del Congreso para probar su capacidad de reacción ante unas circunstancias que nada tienen que ver con las del período que terminó al aprobarse la Constitución. Esa será su primera prueba y el momento de que empecemos a saber si, además de unos nuevos nombres prestigiosos, tenemos de veras «nuevo» Gobierno. Y digamos algo sobre un punto en el que se ha reparado poco. Un Gobierno fuerte necesita un partido fuerte, y el partido del Gobierno no lo es, no porque no conserve potencialmente detrás de él a una gran parte del país, sino porque, como partido, está prácticamente por hacer. ( ... ), 3 de mayo

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