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Las razones de una ausencia

Las razones que han inducido al Partido Comunista italiano (PCI) a no participar en el encuentro paneuropeo de los partidos comunistas, convocado en París por el PC francés y polaco sobre el tema del desarme, atañen tanto al método como al transfondo de la iniciativa.En la anterior conferencia internacional de partidos comunistas, que se desarrolló en Berlín, en 1976, se llegó al acuerdo de que conferencias similares sólo podrían ser convocadas de ahora en adelante con el consenso de todos los interesados. Al faltar un centro de dirección supranacional, una organización internacional en la que...

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Las razones que han inducido al Partido Comunista italiano (PCI) a no participar en el encuentro paneuropeo de los partidos comunistas, convocado en París por el PC francés y polaco sobre el tema del desarme, atañen tanto al método como al transfondo de la iniciativa.En la anterior conferencia internacional de partidos comunistas, que se desarrolló en Berlín, en 1976, se llegó al acuerdo de que conferencias similares sólo podrían ser convocadas de ahora en adelante con el consenso de todos los interesados. Al faltar un centro de dirección supranacional, una organización internacional en la que puedan reconocerse cada uno de los partidos, ningún partido o facción de partido puede considerarse autorizado para tomar la iniciativa en nombre de todos. Una convocatoria hecha por consenso puede sólo tener lugar si todos los sujetos interesados -sin ninguna excepción- pueden tomar parte en la preparación de la iniciativa, empezando por la definición de las modalidades de su desarrollo y de la elaboración de los documentos preliminares. Nada de esto ha ocurrido con motivo del encuentro de París. Por el contrario, desde el principio varios partidos comunistas, entre ellos el nuestro, habían. expresado una opinión negativa sobre la convocatoria..

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Las motivaciones de fondo de esta opinión negativa son bastante simples. Los nuevos peligros de enfrentamiento y conflicto entre las dos grandes potencias y entre los bloques militares, agravados estas últimas semanas, hacen necesaria y urgente una iniciativa tendente a facilitar una reanudación del diálogo, una reactivación de la distensión y de la política de desarme.

El PCI ha hecho, a este respecto, propuestas concretas que han tenido un amplio eco entre las fuerzas democráticas y europeas. Hemos propuesto, entre otras cosas, que se intente llevar a cabo entre los dos bloques militares negociaciones tendentes a la reducción de armamentos, con objeto de conseguir un equilibrio estratégico» por abajo y no por arriba. Hemos declarado que en la hipótesis de que el Pacto de Varsovia esté dotado con armas estratégicas superiores a las de la OTAN -la polémica sobre la cuestión de los cohetes SS-20- tendría que ser el primer bloque militar en aceptar una reducción.

Pero una iniciativa internacional, cuyo principal objetivo sea la paz, la reanudación de la disten sión, la disminución de la carrera armamentística, pasa obligatoriamente por una amplia unidad de las fuerzas políticas, sociales, culturales, en cada uno de los países de Europa y del mundo. Nosotros, comunistas italianos, creemos que Europa occidental puede desempeñar un papel muy positivo, ya que necesita la distensión como el «aire para respirar».

Por este motivo nos hemos convertido en los promotores de encuentros y reuniones con otras fuerzas democráticas, con algunos partidos socialistas europeos, con organizaciones y movimientos cristianos, con altos funcionarios de varios Gobiernos. Hemos incrementado también los intercambios de ideas con los partidos comunistas del mundo entero.La reunión en París de algunos partidos comunistas -en la que sólo se discutirá uno de los numerosos temas que merecen debate (el peligro que representan las armas de la OTAN en Europa occidental)- puede, en nuestra opinión, reducir el arco de las fuerzas que puede y debe esforzarse por defender la paz y eldesarme. También puede suscitar polémicas dañinas entre las fuerzas democráticas -especialmente entre comunistas y socialistas, que tienen ya entre ellos muchos elementos de divergencia- y no favorecerá un acercamiento sobre los temas universales de la paz y del desarme.

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Que quede claro, en todo caso, que los comunistas italianos no se oponen en principio a encuentros y conferencias, incluso en los que sólo participen los partidos comunistas, sobre todo si se cumplen las condiciones de método que expuse previamente. En otras circunstancias, el PCI ha participado en las conferencias internacionales para exponer sus posturas específicas incluso referentes a la polémica con otros partidos comunistas. Pero en este caso hemos considerado políticamente oportuno evitar una polémica directa que habría probablemente ahondado las divergencias. Pensamos que, sobre todo en momentos como éste, tan cargado de peligros para el porvenir de la humanidad, es aconsejable evitar las discordias y apostar, en cambio, por todo lo que puede acercar a las fuerzas democráticas y, en primer lugar,a los comunistas.

Adalberto Minacci es miembro de la secretaría nacional del Partido Comunista italiano y responsable del departamento de propaganda e información del partido.

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