Discrepancias en cuanto al alcance de la huelga de hostelería de Valencia

La primera jornada de huelga en la hostelería se dejó sentir en el centro de la ciudad y diversas poblaciones de la provincia, según estimaciones que varían de acuerdo al carácter de las fuentes informativas. Mientras en medios próximos a los sindicatos que proponen la huelga se estimó su incidencia en un 75% del censo total de establecimientos, la federación de empresarios del ramo evaluó el número de centros cerrados en un 30%.

Algunos incidentes originados por el comité de extensión del paro, que revistieron cierta violencia, fueron zanjados por la Policía Nacional, que patrullaba de...

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La primera jornada de huelga en la hostelería se dejó sentir en el centro de la ciudad y diversas poblaciones de la provincia, según estimaciones que varían de acuerdo al carácter de las fuentes informativas. Mientras en medios próximos a los sindicatos que proponen la huelga se estimó su incidencia en un 75% del censo total de establecimientos, la federación de empresarios del ramo evaluó el número de centros cerrados en un 30%.

Algunos incidentes originados por el comité de extensión del paro, que revistieron cierta violencia, fueron zanjados por la Policía Nacional, que patrullaba de forma ostensible por las calles, al proceder a la detención de una veintena de huelguistas, sin que por el momento se tengan noticias del resultado de las gestiones efectuadas para su puesta en libertad.Así, a la salida de una asamblea celebrada en los locales de la AISS, situados en la avenida de Barón de Cárcer, para informar del desarrollo de la huelga, un grupo de trabajadores se dirigió al bar Baleares, frecuentado por representantes de la federación de empresarios, que. regenta el presidente de la Asociación Provincial de Bares y Cafés. Cuando se inició el forcejeo para obligar a cerrarlo, acudió la Policía Nacional al lugar y procedió a la detención de tres huelguistas, entre ellos, el portavoz negociador de UGT, Guillermo Molina, según confirmaron fuentes de dicha central, que denunciaron la actuación de un policía nacional que esgrimió una pistola durante estos incidentes, de los que resultaron rotas varias cristaleras del establecimiento. Otras incidencias ocurrieron en restaurantes de la zona del puerto cuando intentaron abrir sus puertas al mediodía.

En el centro urbano de Valencia tuvo especial repercusión la convocatoria, ya que los establecimientos que habitualmente son más frecuentados permanecieron cerrados, así como los hoteles, donde tampoco se atendió a sus clientes. Por el contrario, bares y casas de comidas de las barriadas periféricas, con menos de cinco trabajadores, permanecieron abiertas. El hecho de que algunas grandes y medianas empresas del sector ya tengan firmado su convenio, favoreció su falta de apoyo a la huelga. Según manifestó una fuente patronal, «tal como están las cosas, vamos a procurar que se firmen convenios de empresa ».

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