Los países industrializados simularán al final del año una nueva crísis energética
Los principales países occidentales consumidores de petróleo, entre ellos España y con la excepción de Francia, simularán este año una crisis energético. Para poner a prueba su plan de aprovisionamiento.Por primera vez, los veinte países miembros de la Agencia Internacional de la Energía (AIE), así como treinta de las principales compañías petroleras del mundo, tomarán parte en la prueba, que se realizará durante los próximos meses de octubre y noviembre, y costará varios millones de dólares.
El principal objetivo del simulacro, que no afectará a los suministros para el público, es el d...
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Los principales países occidentales consumidores de petróleo, entre ellos España y con la excepción de Francia, simularán este año una crisis energético. Para poner a prueba su plan de aprovisionamiento.Por primera vez, los veinte países miembros de la Agencia Internacional de la Energía (AIE), así como treinta de las principales compañías petroleras del mundo, tomarán parte en la prueba, que se realizará durante los próximos meses de octubre y noviembre, y costará varios millones de dólares.
El principal objetivo del simulacro, que no afectará a los suministros para el público, es el de probar la capacidad de respuesta de las naciones occidentales frente a una grave reducción de la distribución de crudos, como la que adoptaron los países árabes en 1973-1974, o la que en 1978-1979 causó la crisis iraní.
El plan de emergencia dispuesto por la AIE se pone en marcha automáticamente desde el momento en que uno de sus países miembros ve reducidos sus suministros en más del 7%.
Aunque desde que se fundó la AlE, en 1974, no se registró ninguna situación suficientemente alarmante como para efectuar el plan, Suecia estuvo el año pasado muy cerca de provocarlo.
Hasta el momento, la AIE ha hecho dos pruebas. En la primera, realizada en el otoño de 1976, sólo tomaron parte compañías petroleras y el secretariado de la Agencia, mientras que en la segunda, que se practicó en 1978, participaron empleados públicos de dieciocho Gobiernos de las naciones miembros.