El ministro de Defensa pide que se abandone la nostalgia por el pasado

El ministro de Defensa, Agustín Rodríguez Sahagún, presidió ayer el acto de imposición de condecoraciones del Ejército del Aire, concedidas con motivo de la Pascua Militar. El ministro, en una alocución, exhortó a sustituir «el desánimo por la confianza y el esfuerzo, la nostalgia del pasado por la del futuro».Fueron condecorados con la Gran Cruz del Mérito Aeronáutico, el teniente general Antonio Pascual Galmes y los generales de brigada del Ejército del Aire, Luis Azqueta, Antonio Chaos, Francisco Bacariza, Gregorio Martín, Manuel Campuzano y Alfonso de las Heras. También fueron condecorados...

El ministro de Defensa, Agustín Rodríguez Sahagún, presidió ayer el acto de imposición de condecoraciones del Ejército del Aire, concedidas con motivo de la Pascua Militar. El ministro, en una alocución, exhortó a sustituir «el desánimo por la confianza y el esfuerzo, la nostalgia del pasado por la del futuro».Fueron condecorados con la Gran Cruz del Mérito Aeronáutico, el teniente general Antonio Pascual Galmes y los generales de brigada del Ejército del Aire, Luis Azqueta, Antonio Chaos, Francisco Bacariza, Gregorio Martín, Manuel Campuzano y Alfonso de las Heras. También fueron condecorados veintiún jefes, seis oficiales, cuatro suboficiales y cuatro funcionan«os de las Fuerzas Armadas, así como personal civil.

El jefe del Estado Mayor del Aire, teniente general Emiliano Alfaro Arregui, destacó que la defensa de España es tarea de todos los españoles. En nombre de los condecorados, el teniente general Pascual Galmes subrayó la unión de los tres Ejércitos con la sociedad.

El ministro de Defensa, entre otras cosas, pidió que no se dejaran ganar por la abulia, sino que era preciso sustituir el desánimo por la confianza y el esfuerzo, la nostalgia del pasado, por la del futuro; el conflicto, por el diálogo; el enfrentamiento, por la comprensión; todo ello en un camino de libertad y seguridad, de orden y justicia. Y todo, «con el objetivo claro de ayudar con nuestro trabajo a una auténtica ilusión colectiva y defensa de un ideal que se llama España.

«Esta voluntad es importante», añadió, «para que nadie confunda la sociedad de libertades que queremos con una sociedad débil, ni un Estado de derecho con un Estado inerte.