Irán quiere solucionar con rapidez la crisis de los rehenes

«Irán quiere solucionar lo antes posible el problema de los cincuenta rehenes retenidos en la embajada de Estados Unidos en Teherán», afirmó ayer el clérigo Bejeshti, uno de los más notables exponentes de la línea dura y secretario del Consejo de la Revolución Islámica.

Bejeshti dio a entender que puede que la liberación de los rehenes no se condicione a la extradición del sha, si ese es el entender de la opinión pública iraní.Según el notable clérigo, una disculpa de Estados Unidos por su actuación en Irán en los últimos veinticinco años y una promesa de no volver a intervenir nunca má...

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«Irán quiere solucionar lo antes posible el problema de los cincuenta rehenes retenidos en la embajada de Estados Unidos en Teherán», afirmó ayer el clérigo Bejeshti, uno de los más notables exponentes de la línea dura y secretario del Consejo de la Revolución Islámica.

Bejeshti dio a entender que puede que la liberación de los rehenes no se condicione a la extradición del sha, si ese es el entender de la opinión pública iraní.Según el notable clérigo, una disculpa de Estados Unidos por su actuación en Irán en los últimos veinticinco años y una promesa de no volver a intervenir nunca más en sus asuntos internos «podría ayudar» a la solución de la crisis de los rehenes, pero «no sería suficiente».

En cualquier caso, Bejehsti no descarta que los rehenes puedan estar en sus casas antes de las próximas elecciones legislativas iranies, que tendrán lugar el próximo mes de marzo.

Por su parte, el presidente Abdul Hassan Banisadr insistió en la posibilidad de que los rehenes sean «expulsados» en un breve plazo de tiempo, si Estados Unidos se aviene a reconocer su «complicidad» en los delitos cometidos en Irán por el régimen del sha. Contradictoriamente, Banisadr ha desmentido parte de sus conciliadoras declaraciones a Le Monde. De un lado, los estudiantes islámicos seguidores del imán han mostrado sus reticencias frente a una rápida solución y han aclarado que sólo liberarán a los rehenes si Jomeini les da una orden expresa.

Los estudiantes (que son prácticamente los únicos dentro del sector duro que siguen reivindicando la extradición del sha como condición esencial para la liberación de los rehenes) piensan seguir su campaña de denuncias contra el sector moderado, que, según ellos, ha mostrado complicidad con Estados Unidos. Banisadr se ha opuesto varias veces a esta forma de presión política de los estudiantes y prohibió hace días la difusión radiotelevisada de sus comunicados.

Mientras prosigue la crisis, el ministro de Asuntos Exteriores, Sadeh Gotbzadeh, inició un viaje por Europa. Este periplo por Grecia, Italia y Francia es la primera salida al Occidente de la República Islámica, y, previsiblemente, es el primer y último viaje que Gotbzadeh realice como ministro, ya que todos los indicios hacen suponer que será cesado en breve.

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En Atenas, Gotbzadeh no ha sido muy explícito y se ha limitado a declarar que su país está dispuesto a tratar la liberación de los rehenes si se inicia un proceso para la extradición y el juicio del sha. También añadió que le parecía «inimaginable» que las autoridades iraníes recurrieran a la fuerza en caso de que los estudiantes islámicos se negaran a cumplir una orden de Jomeini, pidiéndoles la liberación de los rehenes.

Entre tanto, se ha anunciado el aplazamiento de las elecciones legislativas que, según lo anunciado el otoño pasado, tendrían que celebrarse mañana. Ayer se supo que la primera vuelta tendrá lugar el 14 de marzo.

Este aplazamiento no perjudica especialmente a ninguno de los grupos que pretende llenar los 260 escaños del Majlis (Parlamento).

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