Fontán y su partido, enfrentados en Asturias

El proyecto Fontán de formar una Asamblea legislativa provisional con los diputados provinciales y los parlamentarios, o sus representantes, hasta 1983, año en el que se convocarían las primeras elecciones, los parlamentos regionales, coincidiendo con las municipales, choca frontalmente con la firme decisión centrista de mantener la Diputación en su integridad hasta el agotamiento del mandato de los actuales diputales-provinciales. Emilio García-Pumariño, presidente de la UCD de Asturias, manifestó a EL PAÍS que su partido defiende la conversión provisional del actual Consejo Region...

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El proyecto Fontán de formar una Asamblea legislativa provisional con los diputados provinciales y los parlamentarios, o sus representantes, hasta 1983, año en el que se convocarían las primeras elecciones, los parlamentos regionales, coincidiendo con las municipales, choca frontalmente con la firme decisión centrista de mantener la Diputación en su integridad hasta el agotamiento del mandato de los actuales diputales-provinciales. Emilio García-Pumariño, presidente de la UCD de Asturias, manifestó a EL PAÍS que su partido defiende la conversión provisional del actual Consejo Regional en la Junta General del Principado o Asamblea legislativa y la de la Comisión Permanente en el Consejo de Gobierno, conservando la Diputación, en la que este partido encuentra en mayoría, en su plenitud de funciones, competencias y medios.

Solución transitoria hasta las primeras elecciones

Medios socialistas y centristas coincidieron en señalar a este periódico que el ministro de Administración Territorial, Antonio Fontán, favorecería una solución transitoria hasta las primeras elecciones, consistente en la desaparición áutomática de la Diputación en esta región uniprovincial y su integración en el organismo autonómico provisional, la Junta General del Principado, que estaría formada por los treinta diputados provinciales y los catorce parlamentarios. Esta Asamblea, en la que estaría en mayoría la izquierda, elegiría al presidente, quien formaría Gobierno. En cuanto al sistema electoral, no está aún claro, según trascendió ayer, que las Cortes Generales vayan a pronunciarse sobre el tema para darle un tratamiento uniforme. A esto se opone el PSOE, partido que, por otra parte, no acepta la demora de la primera convocatoria electoral a 1983 y pretende la integración de la Diputación en los organismos autonómicos cuanto antes.La inclusión inesperada, por parte de la izquierda, mayoritaria en la Asamblea redactora, del tratamiento del bable como lengua específica del Asturias, cuya enseñanza, uso y difusión en los medios de comunicación promoverán las instancias autonómicas, en el proyecto de Estatuto asturiano ha distanciado profundamente a UCD y la izquierda. Un dirigente centrista dijo a este periódico que el pacto autonómico podría romperse y que su partido endurecería su postura en la votación a la totalidad del texto.

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