Los sacerdotes de Baracaldo piden el fin de la violencia

«No queremos más muertes violentas», señalan los sacerdotes de Baracaldo (Vizcaya) en una homilía conjunta que fue leída en todas las misas del sábado y domingo últimos en la mencionada localidad.En todas las ceremonias religiosas, y en el momento de difuntos, se añadió: «Por todos los muertos víctimas de la violencia.»,

Dicen los sacerdotes baracaldeses,, para explicar su. homilía conjunta, que les mueve a esta reflexión «los sucesos acaecidos en Baracaldo últimamente, en los que seis personas, seis hermanos nuestros, han muerto víctimas de la violencia».

El documento sacerdotal...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

«No queremos más muertes violentas», señalan los sacerdotes de Baracaldo (Vizcaya) en una homilía conjunta que fue leída en todas las misas del sábado y domingo últimos en la mencionada localidad.En todas las ceremonias religiosas, y en el momento de difuntos, se añadió: «Por todos los muertos víctimas de la violencia.»,

Dicen los sacerdotes baracaldeses,, para explicar su. homilía conjunta, que les mueve a esta reflexión «los sucesos acaecidos en Baracaldo últimamente, en los que seis personas, seis hermanos nuestros, han muerto víctimas de la violencia».

El documento sacerdotal continúa.: «Miramos a nuestra propia situación. Nos encontramos con un panorama triste: vidas humanas siguen siendo liquidad as sin piedad, con frialdad; caen seres humanos como si fueran animales abatidos en la cacería; el noble ejercicio de la justicia es sustituido por un simple ajuste de cuentas. Ante esta tremenda desgracia hay un clima de temor y de amenaza que impide a las personas, a los grupos, a las instituciones, decir una palabra libre, pacificadora, que llame a las cosas por su nombre e invite eficazmente a construir la concordia.»

«Tenemos la boca callada, las manos retenidas y el corazón sobrecogido. Muchos ciudadanoscontemplan este proceder con tristeza; otros, desconcertados; algunos, con indiferencia, y, algurios otros, con positiva simpatía y apoyo.».

«Afirmarnos», contititian, «que no está permitido matar para imponer una solución, sea quien fuere el que mata, sea quien fuere el que muerte, sea cual fuere la solución que se quiera imponer. Porque cada vez que muere un hombre bajo la bota de otro hombre Cristo es crucificado.»

«No queremos más muertes violentas. Las prohíbe el precepto divino "no matarás".»

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Archivado En