Reyes por todo Madrid.

Catorce cabalgatas tuvieron los niños madrileños para elegir escenario a sus ilusiones. Entre el griterío de los niños y los bocinazos de los impacientes automovilistas, cansados de esperar el largo desfile, a las ocho de la tarde se puso en movimiento la cabalgata oficial del Ayuntamiento, en el paseo de Coches del Retiro, para terminar su recorrido en la plaza Mayor. Ante la Casa de la Panadería, el concejal Esteban Díaz-Maroto, convertido en el rey negro Baltasar, deseó toda suerte de venturas a los niños y a los madrileños todos. Poco antes del desfile, asociaciones juveniles de la capital...

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Catorce cabalgatas tuvieron los niños madrileños para elegir escenario a sus ilusiones. Entre el griterío de los niños y los bocinazos de los impacientes automovilistas, cansados de esperar el largo desfile, a las ocho de la tarde se puso en movimiento la cabalgata oficial del Ayuntamiento, en el paseo de Coches del Retiro, para terminar su recorrido en la plaza Mayor. Ante la Casa de la Panadería, el concejal Esteban Díaz-Maroto, convertido en el rey negro Baltasar, deseó toda suerte de venturas a los niños y a los madrileños todos. Poco antes del desfile, asociaciones juveniles de la capital le habían entregado un escrito en el que pedían, para 1980 casas de la juventud y equipamientos sociales en todos los barrios.

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