Mercamadrid no ampliará su capital hasta que se subsanen las irregularidades urbanísticas

La irregularidad de las obras de Mercamadrid, sociedad compuesta por el Ayuntamiento, la empresa nacional Mercasa y algunos grupos de comerciantes y productores, no sólo ha provocado la paralización inmediata de los trabajos que se realizaban, sino también la marcha financiera de la sociedad. La construcción de la urbanización de Mercamadrid y la del mercado de pescados sin licencia municipal, y la posibilidad de excederse del volumen de edificabilidad permitido, en caso de construir el futuro mercado central de frutas y hortalizas, motivaron el pasado mes de noviembre la decisión del consejo ...

La irregularidad de las obras de Mercamadrid, sociedad compuesta por el Ayuntamiento, la empresa nacional Mercasa y algunos grupos de comerciantes y productores, no sólo ha provocado la paralización inmediata de los trabajos que se realizaban, sino también la marcha financiera de la sociedad. La construcción de la urbanización de Mercamadrid y la del mercado de pescados sin licencia municipal, y la posibilidad de excederse del volumen de edificabilidad permitido, en caso de construir el futuro mercado central de frutas y hortalizas, motivaron el pasado mes de noviembre la decisión del consejo de administración de Mercasa -empresa dependiente del Ministerio de Comercio- de suspender temporalmente la entrega de su parte en una ampliación de capital acordada meses antes y de no firmar con el Ayuntamiento un convenio de préstamo por un total de 1.020 millones de pesetas, correspondiente a la parte municipal.«El consejo decidió suspender este convenio hasta que no queden resueltas de una vez las irregularidades urbanísticas que han motivado la suspensión de las obras», manifestó José Suay, consejero delegado de la empresa Mercasa. Esta suspensión temporal se tomó sin que en la decisión influyeran los hundimientos en los viales y las grietas en el edificio del mercado de pescados encontradas posteriormente. Según el señor Suay, el consejo de administración era consciente de la situación urbanística, puesta de manifiesto al realizar el consejero delegado de Mercamadrid, en 1978, una consulta a Coplaco sobre el volumen de edificabilidad posible en la zona. «Se nos informó entonces de que el volumen era el correspondiente a una zona rústico forestal. Ese volumen puede aplicarse a un bloque de apartamentos, pero no a unos mercados, ya que los edificios destinados a este fin, si quieren reunir buenas condiciones, tienen que ocupar mucho más volumen», manifestó el señor Suay.

Tras la consulta no se dieron, según parece, más pasos para intentar variar el volumen y continuaron las obras, ya que los primeros edificios no superaban el volumen total permitido.

Los planteamientos de los responsables consultados parecen coincidir en que si el Gobierno se pronunció en su día sobre la instalación de los mercados centrales en la zona, y si éstos tenían que recoger todas las variantes comerciales: lo que no parece lógico es que el plan parcial de la zona, aprobado en diciembre del pasado año, no recogiera las necesidades de volumen previstas.

Con respecto a los fallos encontrados en la construcción, debidos al parecer a la naturaleza del suelo donde se realizó la urbanización y el mercado de pescados, Mercasa espera, como el Ayuntamiento, que se termine el estudio técnico para determinar las causas, la importancia de los daños y las posibles soluciones. «No estábamos avisados de la existencia de los hundimientos y grietas encontrados y se nos puso al corriente en la .reunión del consejo de administración de Mercamadrid el pasado día 18. Asimismo, se nos leyó la carta de gerencia que venía a decir que o suspendíamos las obras o las tendría que suspender este organismo. Lógicamente, tomamos la decisión de paralizarlas, ya que no es nuestra intención estar en la ilegalidad. Esperamos, por otra parte, que el Ayuntamiento, a través de gerencia y Coplaco, arreglen esta situación y se pueda concluir en el plazo más breve posible el complejo de Mercamadrid.»