Cartas al director

La "escuela-ghetto"

El artículo sobre Libertad de enseñanza y enseñanza en libertad, del padre Angel Martínez Fuertes, publicado en EL PAÍS del martes día 11 de diciembre me ha llevado a escribir estas líneas por la confusion que me producen las palabras «libertad-ideario».Nuestra sociedad va siendo cada vez más pluralista, lo que nos permite conseguir una madurez crítica y un saber más lo que queremos cada uno después de oír a los demás.

La escuela es para la vida. Enseñar al niño a ser libre, a saber elegir entre el bien y el mal. Siendo así, cómo se entiende la escuela-ghetto? Todo...

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El artículo sobre Libertad de enseñanza y enseñanza en libertad, del padre Angel Martínez Fuertes, publicado en EL PAÍS del martes día 11 de diciembre me ha llevado a escribir estas líneas por la confusion que me producen las palabras «libertad-ideario».Nuestra sociedad va siendo cada vez más pluralista, lo que nos permite conseguir una madurez crítica y un saber más lo que queremos cada uno después de oír a los demás.

La escuela es para la vida. Enseñar al niño a ser libre, a saber elegir entre el bien y el mal. Siendo así, cómo se entiende la escuela-ghetto? Todos los argumentos que para su defensa se dan son los mismos que se daban hace unos años para no admitir la coeducación, que tan saludable nos parece ahora. ¿No son más bien esos «idearios» una fuente de «clasismo» del signo que sea?

Por el artículo del padre Martínez Fuertes se puede sacar la conclusión de que lo que la Iglesia pretende es no perder el poder que le da la enseñanza. Yo tengo que confesar, desde mi fe cristiana, que esta actitud no tiene ningún parecido con el Evangelio. ¿Sabremos vivir juntos si nos educamos separados?

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