El amarre de la flota asturiana reduce la oferta de merluza y besugo

El temporal tiene agitado al mar Cantábrico. Los pescadores asturianos llevan casi dos semanas sin salir a faenar y, en consecuencia, los precios de la merluza fresca, conocida como del pinchu, y del besugo amenazan con dispararse en las fiestas navideñas.Los pescadores de Cudillero vienen perdiendo dos millones de pesetas por cada día que no salen a la mar. Antes de la aparición de los temporales vendían diariamente unos 3.000 kilos de merluza, a seiscientas pesetas, precio del kilo que en estas fechas ya habría experimentado una considerable subida. El último besugo fue vendido a ocho...

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El temporal tiene agitado al mar Cantábrico. Los pescadores asturianos llevan casi dos semanas sin salir a faenar y, en consecuencia, los precios de la merluza fresca, conocida como del pinchu, y del besugo amenazan con dispararse en las fiestas navideñas.Los pescadores de Cudillero vienen perdiendo dos millones de pesetas por cada día que no salen a la mar. Antes de la aparición de los temporales vendían diariamente unos 3.000 kilos de merluza, a seiscientas pesetas, precio del kilo que en estas fechas ya habría experimentado una considerable subida. El último besugo fue vendido a ochocientas pesetas el kilo en la rula de Cudillero.

La flota de Ribadesella permanece amarrada en el puerto. Esta semana sólo salió a la mar el lunes. Los pescadores riosellanos esperan conseguir alguna compensación con la angula, que es abundante, y el miércoles se vendió a 1.600 pesetas el kilo. Los temporales han cortado bruscamente en lastres la importante afluencia a la rula de merluza y besugo. En este puerto la merluza ya superó la cotización de las 1.100 pesetas el kilo. Actualmente, más de veinte embarcaciones permanecen inactivas ante al mal estado de la mar.

La situación en Avílés y Luarca es similarn Madrid, Barcelona y otras poblaciones han incrementado notablemente la demanda de pescado fresco para celebrar las fiestas navideñas. Pero los importantes beneficios que para los pescadores asturianos prometían una costera excepcional, unos precios altos y un consumo elevado, se han visto truncados por el estado de la mar, que mantiene a la flota amarrada en los puertos sin poder faenar.

La noticia adquiere una mayor trascendencia si se considera el aumento que han experimentado durante los últimos días los precios de estos pescados en los mercados.

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