Un acuerdo bien necesario

«Tras una larga serie de trabajosas reuniones y controversias, en parte justificadas, parece habersellegado a un acuerdo marco y a una postura común ante la crisis económica entre los representantes obreros de las centrales sindicales y los empresarios reunidos en la CEOE.Salvo incidentes impensables de última hora, es posible que el lunes se llegue a ese acuerdo, por el que ambas partes introducen en nuestro país de modo voluntario un límite a la elevación de los costes de la producción. Algo que puede ser calificado, sin exageración, como auténtica política de rentas e ingresos.( ... )
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«Tras una larga serie de trabajosas reuniones y controversias, en parte justificadas, parece habersellegado a un acuerdo marco y a una postura común ante la crisis económica entre los representantes obreros de las centrales sindicales y los empresarios reunidos en la CEOE.Salvo incidentes impensables de última hora, es posible que el lunes se llegue a ese acuerdo, por el que ambas partes introducen en nuestro país de modo voluntario un límite a la elevación de los costes de la producción. Algo que puede ser calificado, sin exageración, como auténtica política de rentas e ingresos.( ... )

Lo que hace dos años se pretendió obtener, en un plano puramente político, con los acuerdos de la Moncloa, hoy está a punto de lograrse, en el estricto marco económico, entre empresarios y trabajadores, conscientes por igual unos y otros de que si no limitan razonable y mutuamente sus respectivas ganancias y retribuciones la consecuencia sólo es una: más paro en el sector obrero, más crisis y quiebras de empresas en el sector patronal. ( ... )

Pactar estos topes implica para las patronos renunciar a ese tipo de capitalismo que cree encontrar en la maximización del beneficio la única razón de la actividad empresarial y de su función dirigente en la economía. Reconocer unos límites a las retribuciones es liberar al sindicalismo obrero de esa infantil mentalidad, permanentemente reivindicativa, que cree que todo es posible, actitud tan necesariamente capitalista como la del patrono que sólo aspira a más, a más.

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Y si ese acuerdo permite una mayor comunicación y un mejor conocimiento por entrambas partes de su profunda comunidad de intereses, pese a los simplismos y visiones unilaterales de la lucha de clases, entonces el camino para la reforma de la empresa como auténtica comunidad humana y como el mejor instrumento de progreso económico y social podría quedar bastante más despejado.

, 9 de diciembre

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