Estados Unidos envía una misión negociadora a Irán

El Gobierno norteamericano ha enviado a Irán una misión negociadora para tratar de solucionar la situación de los cerca de sesenta rehenes que mantienen en su poder los estudiantes islámicos que ocuparon la embajada de Estados Unidos en Teherán. Los resultados de esta misión parecen inciertos y existe la duda de que siquiera sea recibida por las nuevas autoridades, mientras en la capital iraní se suceden las manifestaciones antinorteamericanas.

La misión estadounidense, cuya llegada a Teherán está prevista para hoy, está compuesta por el senador William Miller y el fiscal general Ramsey...

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El Gobierno norteamericano ha enviado a Irán una misión negociadora para tratar de solucionar la situación de los cerca de sesenta rehenes que mantienen en su poder los estudiantes islámicos que ocuparon la embajada de Estados Unidos en Teherán. Los resultados de esta misión parecen inciertos y existe la duda de que siquiera sea recibida por las nuevas autoridades, mientras en la capital iraní se suceden las manifestaciones antinorteamericanas.

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La misión estadounidense, cuya llegada a Teherán está prevista para hoy, está compuesta por el senador William Miller y el fiscal general Ramsey Clark. Esta última personalidad ha gozado de gran aprecio en el Irán revolucionario, ya que se trata de un activista de los derechos humanos, que denunció públicamente las atrocidades cometidas por el sha y fue uno de los pocos norteamericanos que justificó el derrocamiento de la monarquía en Irán.Clark y Miller son portadores de un mensaje personal del presidente de Estados Unidos, Jimmy Carter, al ayatollah Jomeini. Pero existen dudas acerca de con quién negociarán la liberación de los rehenes de la embajada e, incluso, podría no ser recibida.

Según unas primeras informaciones, comunicadas por un portavoz del ayatollah, Jomeini no recibiría a la misión norteamericana pero habría dado instrucciones al Consejo de la Revolución Islámica para que lo hiciera.

Sin embargo, un comunicado posterior, atribuido al propio Jomeini, indica que la delegación de Washington no será recibida por Jomeini y que éste ha dado instrucciones para que no lo haga ni el Consejo de la Revolución ni ninguna de las autoridades, dando rigurosas instrucciones en tal sentido. «Si Estados Unidos devuelve al sha y suspende su espionaje contra la revolución, entonces quedaría abierto el camino de la negociación», dice el citado comunicado.

Por otro lado, se llevan a cabo otros intentos de mediación internacional. A parte de la iniciada por el secretario general de la ONU, la OLP ofreció ayer sus buenos oficios para solucionar la crisis y actuar de interlocutor entre Estados Unidos e Irán. Con este fin, una delegación palestina se trasladó ayer a Teherán.

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Mientras tanto, se ha desencadenado una campaña antinorteamericana, que se ha extendido a los súbditos extranjeros. La radio de Teherán transmitió ayer mensajes a la población intentando calmar los ánimos, señalando que «Irán sólo persigue a Gobiernos que han cometido delitos, y no a sus súbditos», y afirmó que serían rigurosamente castigados quienes atacasen a los extranjeros.

Ayer se realizaron manifestaciones antinorteamericanas en la capital iraní y las concentraciones de gentes se suceden ante la embajada de Estados Unidos.

Fueron, sin embargo, desmentidos los rumores que indicaban que había sido cortado el suministro de petróleo a Estados Unidos. La compañía nacional iraní rechazó también las versiones que señalaban que una presunta huelga en las refinerías había impedido cargar crudo en barcos norteamericanos y señaló que la producción y exportaciones de petróleo se realizan con normalidad.

Con relación a la situación interna suscitada por la dimisión del Gobierno de Mehdi Bazargan, las autoridades prohibieron ayer las manifestaciones previstas para apoyar al primer ministro dimitido. Los observadores de la capital iraní no descartan que uno de los motivos de la ocupación de la embajada fuera provocar la dimisión de Bazargan.

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