Tribuna:

Felipe González, "sí" a Saporta

Felipe González ha resuelto la crisis del Mundial-82. En la entrevista mantenida con el ministro de Cultura, Clavero Arévalo -la segunda en pocos días-, el primer secretario del PSOE ha dado su conformidad a las normas de funcionamiento de las sedes locales. Negociaron las partes interesadas y quedó resuelto el conflicto. Recuérdese que las notas del colectivo de deportes socialista fueron elaboradas cuando Felipe González no había recuperado la dirección del partido.Clavero Arévalo se ha salido con la suya. Quiso mantener a Saporta y lo ha logrado. El ministro de Cultura tomó cartas en el asu...

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Felipe González ha resuelto la crisis del Mundial-82. En la entrevista mantenida con el ministro de Cultura, Clavero Arévalo -la segunda en pocos días-, el primer secretario del PSOE ha dado su conformidad a las normas de funcionamiento de las sedes locales. Negociaron las partes interesadas y quedó resuelto el conflicto. Recuérdese que las notas del colectivo de deportes socialista fueron elaboradas cuando Felipe González no había recuperado la dirección del partido.Clavero Arévalo se ha salido con la suya. Quiso mantener a Saporta y lo ha logrado. El ministro de Cultura tomó cartas en el asunto justamente cuando el nombre del sustituto, propuesto por los estamentos deportivos, ya estaba en la calle.

Tras la tormenta, parece que se han aclarado las posiciones. Dentro de los estadios mandarán los hombres del fútbol; fuera de los estadios, el tema estará en manos de los municipos.

Sólo por medio de la negociación era posible la permanencia de Saporta. Mantenerlo por las bravas hubiera sido una provocación. Ahora todo podrá desarrollarse de manera satisfactoria. Mas no para todos, porque los estamentos deportivos han recibido un palmetazo con la resolución del caso. Ahora Saporta conoce perfectamente la postura federativa. Saporta ya ha expresado su agradecimiento a Felipe González, y el problema de las inversiones será planteado por Clavero a las Cortes, que es el lugar idóneo para un control severo de los millones que supone la infraestructura del Mundial-82.

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